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Deficiencia de vitamina D

Deficiencia de vitamina D

Más de la mitad de los escolares presenta una deficiencia moderada o severa de vitamina D, según indica el reciente estudio “Vitamin D status in a group of Spanish schoolchildren”, realizado por Rodríguez-Rodríguez E et al. y publicado en Minerva Pediatrica.

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La importancia de la ingesta de vitamina D

La leche y los productos lácteos, por su abundancia y elevada densidad de nutrientes, así como su contenido en vitaminas y minerales, en especial vitamina D, resultan fundamentales en la alimentación de los niños.

“Una ingesta adecuada de vitamina D en este periodo regula la adquisición ósea, lo cual deriva en un menor padecimiento de osteoporosis en etapas posteriores de la vida; un menor riesgo de padecimiento de infecciones, diabetes, diversos tipos de cáncer y del aumento de la presión arterial, entre otros”, señala Rosa M. Ortega, del Departamento de Nutrición de la Facultad de Farmacia de la Universidad Complutense de Madrid.

Esta deficiencia puede contribuir a perjudicar la salud de los niños a largo plazo y, en concreto, sería conveniente aumentar el consumo de lácteos por su alto contenido en vitamina D, vitamina esencial para que los huesos absorban el calcio”, añade.

Además, la deficiencia severa de la vitamina D también puede conducir a raquitismo en los niños. El raquitismo es una enfermedad rara que hace que los huesos se vuelvan blandos y se doblen.

Los resultados del estudio realizado a un colectivo de escolares pusieron de relieve que la ingesta de vitamina D estuvo por debajo de la cantidad diaria recomendada en el 86,9% de los niños, aunque esto no quiere decir que en todos estos niños se manifestara la deficiencia, ya que la vitamina D se puede sintetizar en el organismo, comenzando el proceso cuando la piel se expone a la luz del sol. Sin embargo, esta exposición no siempre es posible y cuando hay sol no siempre se expone la piel a los rayos solares. Así, el análisis de la situación a nivel bioquímico mostró un déficit moderado en 51% de los casos y un déficit severo en un 8% de los niños.

Al analizar el consumo de diversos alimentos, se comprobó que sólo el número de raciones de productos lácteos tuvo una influencia significativa. Los niños que tomaron ≥2,5 raciones de lácteos por día mostraron mayores concentraciones séricas de vitamina D que los niños que tomaron menos raciones de lácteos.
 

El papel de los lácteos en la nutrición infantil

Desde un punto de vista nutritivo, los productos lácteos contribuyen de manera importante a una correcta alimentación del niño y del adolescente gracias a tres propiedades fundamentales:

- Gran variedad de nutrientes de su composición. En especial en la leche, existe un buen equilibrio entre el contenido en proteínas, lípidos e hidratos de carbono.

- Elevada densidad de nutrientes. Este hecho es especialmente interesante para los niños, que no pueden ingerir grandes cantidades de alimentos.

- Adaptabilidad. Debido al contenido variable en agua, lactosa, grasa, proteínas, vitaminas y minerales del conjunto de los productos lácteos comercializados, éstos deben formar parte de dietas variadas y cumplir distintas funciones nutricionales.

En cuanto al número de raciones recomendadas, en el caso de los niños, pasados los primeros años de lactancia, se recomiendan 2-3 raciones diarias de lácteos que se aumentarán a 3-4 raciones durante la fase de rápido crecimiento de la adolescencia.

En el caso de baja tolerancia a la leche por la presencia de lactosa, la amplia variedad de productos lácteos permite otras alternativas, en estos casos puede se especialmente conveniente consumir otros lácteos como por ejemplo el yogur, el queso y otras leches fermentadas.
 

¿Cuánta vitamina D hace falta?

La cantidad de vitamina D depende de la edad. Las cantidades recomendadas, en unidades internacionales (UI), son:

Nacimiento hasta 12 meses: 400 UI

Niños entre uno y 13 años: 600 UI

Adolescentes entre 14 y 18 años: 600 UI

Adultos de 19 a 70 años: 600 UI

Adultos mayores de 71 años: 800 UI

Mujeres embarazadas y lactando: 600 UI

Las personas con alto riesgo de deficiencia de vitamina D pueden necesitar más.
 

¿De dónde más se obtiene la vitamina D?

Se puede obtener vitamina D de tres maneras: A través de la piel, la dieta y suplementos dietéticos. El cuerpo produce vitamina D naturalmente después de exponerse a la luz solar durante al menos 15 minutos. Además, existen alimentos que aportan vitamina D, como los lácteos, la yema de huevo, el queso, pescados grasos o alimentos fortificados.

En caso de deficiencia de vitamina D, el profesional de medicina puede recetar suplementos de vitamina D3 o calciferol.
 

¿Qué causa la deficiencia de vitamina D?

- Dieta pobre en esta vitamina

- Problemas de malabsorción

- Escasa exposición a la luz solar

- El hígado o los riñones no pueden convertir la vitamina D en su forma activa en el cuerpo

- La ingesta de algunos medicamentos

Además, los bebés alimentados con leche materna pueden sufrir este problema ya que la leche materna no tiene mucha vitamina D, por eso se da un suplemento a todos los lactantes hasta los 12 meses.


Fuente:

“Vitamin D status in a group of Spanish schoolchildren”, Rodríguez-Rodríguez E et al., Minerva Pediatrica https://www.ncbi.nlm.nih.gov/pubmed/21311425.

Fecha de actualización: 23-02-2022

Redacción: Lola García-Amado

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