Consejos para que mi niño coma verduras

Índice

• La importancia de las frutas y verduras en la alimentación infantil
• ¿Cuándo empezar a introducir las frutas y verduras?
• ¿Qué hacer si el bebé no quiere tomar este tipo de alimentos?

 

La importancia de las frutas y verduras en la alimentación infantil

Las verduras, al igual que las frutas no son, precisamente los alimentos que más les agradan a los niños ya sea por su sabor o su textura.

Pero claro, son necesarias, fundamentales en la dieta del bebé que además ha de ser siempre lo suficientemente variada y equilibrada. Por eso, es importante que los padres las introduzcan en la dieta de sus hijos tan pronto como puedan para que se vayan poco a poco acostumbrando a ese sabor y a esa textura que a muchos les desgrada fácilmente. Las verduras se pueden comenzar a introducir a partir ya de los seis meses y será a partir del año cuando estos puedan comerlas crudas o cocidas y eso sí, sin olvidarnos de que en la dieta del bebé habrá que incluir siempre todos los alimentos de todos los tipos, colores y sabores para ofrecerles mucha variedad, pero también para hacer que todo sea más atractivo.

Para la Asociación Española de Pediatría, la alimentación complementaria es el proceso por el cual se ofrecen al lactante alimentos sólidos o líquidos distintos de la leche materna y como complemento, pero jamás no como sustituto. Además, las recomendaciones de esta asociación y también la Organización Mundial de la Salud (OMS) recomiendan que la lactancia materna (en caso de ofrecerse al bebé) se extienda hasta al menos los dos primeros años de vida del bebé.

 

¿Cuándo empezar a introducir las frutas y verduras?

Será a partir de los seis meses cuando el bebé puede empezar a comer prácticamente todas las verduras y hortalizas, excepto algunas que se ofrecerán mejor a partir de los doce meses como las acelgas, las espinacas o la remolacha por acumular mayor cantidad de nitratos. Eso sí, los padres y madres de estos bebés han de tener en cuenta siempre que si se toman antes de los doce meses las verduras y las hortalizas no deberán exceder el 20% del contenido del plato y que, además, desde el primer año de vida hasta los tres años no deberán tampoco tomar más de una ración diaria.

Además, los primeros purés de verduras que podrás comenzar a preparar para el bebé son los de verduras frescas que no lleven demasiados días en la nevera y lavarlas muy bien bajo el grifo. Recuerda, no obstante, que sobre todo al principio es normal que el bebé te rechace las comidas, en especial estos purés que para él son algo nuevo que está probando y que primero tendrá que saborear con el paladar antes de empezar a aceptarlo.

Por este motivo es importante también que el papá o la mamá sepan cómo conservarlos adecuadamente. Nadie se puede permitir el lujo de tirar toda la comida que su hijo no quiere por lo que es fundamental conservarla y congelarla, y posteriormente saber descongelarla adecuadamente para ofrecérsela de nuevo al bebé. De hecho, toda esa parte del puré que el bebé no se coma podrás guardarla herméticamente en la nevera completamente cerrado durante un máximo de 48 horas. También puedes optar por hacer una abundante cantidad de puré para después congelarlo por porciones en bandejas o en tarritos (como te resulte más cómodo). Finalmente, para descongelarlo deberás pasarlo el día anterior a la nevera y al día siguiente calentarlo o bien en el microondas o al baño maría. Eso sí, no te olvides de no congelarlo después de ya haberlo descongelado.

 

¿Qué hacer si el bebé no quiere tomar este tipo de alimentos?

Como ya veíamos, el atractivo de las comidas para los peques es importante. De hecho, cuanto más resulte el plato atractivo mucho mejor. Además, a los bebés y niños las frutas y las verduras les parecen aburridas, así que no dudéis en mezclar verduras y hortalizas de diferentes colores, cocinándolas de distintas formas e incluso haciendo formas con ellas, creando muñecos, etc. En el caso de que, por ejemplo, el niño rechace esa verdura habrá que parar y volver a intentarlo al día siguiente. Si el niño al día siguiente hace lo mismo deberemos volver a intentarlo de nuevo, aunque de otra manera. Hay que intentarlo en la medida de lo posible, pues habrá que ser de hecho algo perseverantes con este tema porque es importante que los niños coman de todo.

Sin embargo, hay que tener en cuenta también que no se debe obligar al niño ni forzar bajo ningún concepto ni tampoco distraerle para que se coma la verdura que nos ha rechazado ya varias veces. Pero sí, es importante ya que, recordemos, los padres han de elegir alimentos que promuevan la salud y para ello es fundamental que se adquieran buenos hábitos alimenticios que se queden para toda la vida. Aquí van algunos consejos:

- no le obligues

- no le ofrezcas recompensas

- no les amenaces con castigos

- evita, al menos al principio, los sabores más amargos

- no les llenes el plato de verduras

-insiste muchas veces, pero sin forzar

- come con ellos para que vean que tú también comes esas verduras

Y recuerda finalmente comenzar a introducir las verduras (aunque también las frutas) desde el inicio de la alimentación complementaria para que se vayan acostumbrando a ello y adquieran el hábito con rapidez.