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Balance energético en niños

Balance energético en niños

El balance energético se refiere el equilibrio entre la energía que consumimos a través de los alimentos y la energía gastada. Si es positivo, es decir, la ingesta de energía es mayor que su gasto, se produce un aumento de peso; si es negativo, disminuye el peso. Un equilibrio es este balance es fundamental para prevenir la obesidad.

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Índice

 

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¿Qué es el balance energético?

La dieta y el ejercicio son fundamentales para conseguir un equilibrio en el balance energético, pero también influyen otros factores ambientales como las horas de sueño, el estrés, etc.

La obesidad es un problema cada vez mayor en países desarrollados, como España. Aquí el número de niños con problemas de peso aumenta cada año. Y es que según la Asociación Española de Pediatría los niños y adolescentes, de entre 9 y 17 años, son más sedentarios que las generaciones anteriores. Esta situación ha provocado un desequilibrio en el balance energético, con un ahorro calórico,  lo que se traduce en un gradual y consistente aumento de peso. Aunque el sobrepeso y la obesidad son un problema multifactorial, su resultado es fruto de un desequilibrio entre la ingesta y el gasto energético.

Cualquier actividad física es positiva. “Lo importante es que el niño y adolescente se mueva y haga actividades diversas. Practicar ejercicio físico de forma regular todos los días, para aumentar el gasto calórico y conseguir un equilibrio energético”, señala el Dr. Gerardo Rodriguez, coordinador del Comité de Actividad Física de la AEP.
 

Recomendaciones para lograr el balance energético

Este Comité ha elaborado una serie de recomendaciones para lograr este equilibrio en el balance energético:

- Realizar cinco comidas variadas y equilibradas a lo largo del día, de tal manera que cumplimenten los requerimientos energéticos recomendados para la edad escolar, que oscilan entre 1.600 y 2.500 calorías por día, dependiendo de la edad y del sexo 

- Aprovechar las actividades cotidianas para aumentar el tiempo dedicado a realizar actividad física. Por ejemplo, subir escaleras, acompañar a los mayores a comprar, sacar la basura, etc.

- Realizar ejercicio físico moderado o intenso durante al menos 60 minutos diarios (montar en bicicleta, patinar, nadar, etc.) compensando su ingesta calórica.

- Realizar a diario actividad física consistente en ir caminando hasta el colegio 30 minutos diarios a buen ritmo (actividad con intensidad moderada), además de las clases de educación física, etc. El ejercicio físico debe ser divertido y atractivo, utilizando el tiempo libre y lugares seguros. La familia debe de involucrarse y priorizar las actividades deportivas frente al ocio sedentario.

- Aprovechar las actividades extraescolares para mejorar el desarrollo motor y compensar las restricciones hipocinéticas de las sociedades desarrolladas.

En definitiva, los niños y adolescentes tienen que moverse, jugar, sumar calorías gastadas con las diferentes actividades para que al cabo del día la energía ‘quemada’ compense a la ingerida; de este modo se evitará el sobrepeso y la obesidad.


Fuente:

Dr. Gerardo Rodriguez, coordinador del Comité de Actividad Física de la AEP

Fecha de actualización: 01-03-2022

Redacción: Irene García

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