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Estrés y fertilidad

Estrés y fertilidad

El estrés es un mal aliado en los tratamientos de reproducción asistida. Además de influir en las tasas de abandono, los expertos de la clínica Ginefiv advierten de que estar sometido a un alto nivel de estrés puede influir de forma negativa en la consecución del embarazo. El estrés contribuye a una serie de efectos fisiológicos sobre el proceso reproductivo, ya sea natural o mediante una técnica de reproducción asistida, disminuyendo no sólo la capacidad reproductiva femenina, sino también la calidad seminal en el caso del hombre.

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Índice

 

¿Cómo afecta el estrés a la fertilidad?

Cuando se inicia el tratamiento de reproducción asistida (TRA) es habitual que el paciente sienta nervios y ansiedad, ya que, como manifiesta la psicóloga de la clínica Ginefiv, Beatriz Dibra, “existe a lo largo de todo el proceso fases de máximo estrés para la pareja como el día de la punción ovárica, la transferencia embrionaria o los tiempos de espera hasta que se conoce los resultados del test de embarazo”. Sin embargo, hay que intentar reducir este estrés, ya que se ha demostrado que “las mujeres que presentan altos niveles de ansiedad pueden ovular hasta un 20% menos y la posibilidad de que sus óvulos sean fecundados es un 30% menos”.

El estrés prolongado en el tiempo puede fomentar, además, más emociones negativas que se extienden, no sólo al tratamiento, sino a la relación que se tiene con el entorno, factor clave de apoyo para los pacientes sometidos a un TRA. Por ello es importante, además de intervenir en el afrontamiento del estrés, aumentar los factores de protección que ayuden a mejorar el estado de ánimo general y calidad de vida de las personas a nivel emocional.

Y es que el estrés continuado aumenta los niveles de cortisol en sangre, la hormona del estrés, que puede afectar de muchas formas a nuestra salud. Por ejemplo, el estrés afecta al funcionamiento del hipotálamo, la glándula del cerebro que regula, entre otras muchas funciones, la ovulación. Por eso, si la mujer está muy estresada puede ovular más tarde, por lo que el cálculo de los días fértiles será complicado, o incluso no ovular.

El aumento del cortisol también conlleva disminución de la libido, con lo que el interés por mantener relaciones sexuales disminuirá y, con ello, las posibilidades de lograr el embarazo.

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Asimismo, el flujo cervical puede verse afectado, aumentando la sequedad vaginal que no solo dificulta la penetración, también la subida de los espermatozoides por el canal cervical para llegar a la trompa de Falopio.  

El estrés también afecta a los hombres y puede influir negativamente en la calidad de su líquido seminal y en la producción de hormonas, causanod infertilidad y, por lo tanto, a la posibilidad de conseguir la fecundación.
 

¿Cómo saber si estoy estresado?

Estas son algunas señales que nos indican si estamos muy estresados:

- Problemas para concentrarse

- Obsesión con el embarazo

- Altos niveles de ansiedad

- Cambios en los hábitos de sueño (dificultad para dormirse, despertarse antes de tiempo, dormir más de lo usual)

- Cambios en el apetito o peso (aumento o disminución)

- Tristeza o depresión

- Falta de energía

- Dolores de cabeza

- Cuello o mandíbula rígidos

- Cansancio y fatiga
 

Consejos para reducir el estrés

Pero no siempre el hecho de someterse a un TRA provoca estrés. Existen reacciones de malestar que son normales ante situaciones extraordinarias que no dependen del paciente y, para ello, se deben integrar herramientas que ayuden a paliar esas reacciones.

Como confirma la psicóloga Dibra, “no se trata de aprender a evitar el estrés y el malestar psicológico, ya que esto sólo acentuaría el problema. Nuestro principal objetivo es aportar los mecanismos necesarios para que pueden hacerles frente y prevenir futuros riesgos, no sólo de cara a los tratamientos, sino en diferentes áreas de la vida de las personas”.

En personas que están siendo sometidas a un tratamiento de reproducción asistida como la fecundación in vitro o intentando buscar un embarazo de manera natural se aconseja reducir los niveles de estrés para aumentar las posibilidades de éxito.

- Realiza técnicas de relajación, respiración profunda, mindfulness, yoga…

- No te obsesiones con el embarazo, intentan pensar en otras cosas y disfrutar de tu pareja y de las relaciones sexuales.

- Prioriza las tareas y procura reducir la carga de trabajo.

- Sigue una dieta sana y equilibrada.

- Duerme y descansa lo adecuado.

- Busca ayuda profesional de psicología y medicina si tienes mucho estrés y ansiedad.

- Dedica tiempo a tus aficiones, tus amigos, haz un viaje relajante…


Fuente:

Beatriz Dibra, psicóloga

Fecha de actualización: 04-01-2022

Redacción: Irene García

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