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La 25ª semana de embarazo

La 25ª semana de embarazo

Tu bebé cada vez se parece más a un recién nacido y ya pesa cerca de 800 gramos. Mientras que él crece, tú cada vez te encuentras más pesada y menos ágil, ten cuidado con las posibles caídas; no uses zapatos de tacón alto ni hagas movimientos bruscos.

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Indice

 

Evolución del feto en la semana vigésima quinta del embarazo

Tu bebé mide 30 centímetros y pesa entre 680 y 800 gramos. A partir de este momento el crecimiento del bebé puede variar mucho al de otros de su edad gestacional ya que depende de su sexo, genética, factores ambientales…

Su piel arrugada comenzará a alisarse y cada vez se parece más a un recién nacido. Ya se puede apreciar el color y la textura de su pelo, aunque ambos puedan cambiar después de nacido.

Puedes advertir que tu bebé reacciona a ruidos fuertes o a la música. Te aconsejamos que todas las noches le pongas música clásica, en especial Mozart. En base a estudios realizados, eso aumenta considerablemente el desarrollo del bebé. Cada minuto produce 100.000 neuronas nuevas y crea numerosas conexiones entre ellas, más que en ningún momento de su vida. Para favorecer estas conexiones, es importante que le hables, le cantes, le cuentes cosas... Una vez que nazca te servirá también para tranquilizarlo porque retendrá esa música en su memoria.

Su lengua está desarrollada y ya la saca de la boca, saboreando y degustando el líquido amniótico. Su sentido del tacto también está desarrollado, así como el oído y el olfato.
 

Cambios en la madre en la semana 25 del embarazo

Como consecuencia del aumento de peso, es posible que aparezcan algunas molestias propias del embarazo como dolores en la zona pélvica o en la columna. La mayoría son tolerables.

Lo más probable es que sientas deseos de orinar más a menudo de lo habitual, la razón se debe a que el bebé presiona la vejiga.

Puede que tus encías sigan sangrando. La “gingivitis del embarazo”, como se le conoce, es muy frecuente durante el segundo semestre. Desaparecerá cuando el bebé nazca. Procura lavarte bien los dientes después de cada comida con cepillos dentales suaves. 

También es probable que tengas más pelo de lo habitual y que te crezca más rápido. Esto es normal y desaparece tras dar a luz.

Tus movimientos cada vez serán menos ágiles, ten cuidado no hagas movimientos bruscos ni ejercicios complicados.

Procura descansar y dormir. Si no encuentras ya una postura cómoda prueba a dormir de lado con la ayuda de varias almohadas en la espalda y entre las piernas. Recuerda no permanecer mucho tiempo boca arriba para evitar el síndrome de hipotensión supina.
 

¿Cómo cuidarse en esta semana?

Puedes hacerte entre la semana 24ª y la 28ª una prueba de glucosa para comprobar si tienes anemia o diabetes gestacional. Esta prueba dura una hora y se hace tomando unos 50 ml de glucosa por vía oral. Si los valores dan altos, habrá que hacer una prueba más larga para confirmar la diabetes gestacional. Aunque el volumen de sangre aumenta, la cantidad total de glóbulos rojos se halla diluida (anemia fisiológica).

Si aún no has empezado los cursos de preparación al parto no tardes mucho, ya que suelen durar entre 6 y 8 semanas, por lo que es mejor que los acabes antes de llegar a la semana 37.

Aunque empieces a notarte más pesada y cansada, no dejes el ejercicio físico, ya que es fundamental mantenerse activa para evitar engordar mucho y disminuir el riesgo de ciertas molestias como los dolores musculares o el estreñimiento. Además, te ayuda a prepararte para el parto.

También son adecuados los ejercicios sobre una pelota de pilates, especialmente de balanceo para preparar la pelvis para la salida del bebé.

Infórmate sobre el proceso de baja en tu trabajo para estar preparada y saber hasta cuándo debes trabajar, ya que no todos los convenios son iguales.

 

 


Fuente: 

Stoppard, Dra. Miriam (2006), Padres primerizos, Barcelona, Pearson.

Fecha de actualización: 04-02-2021

Redacción: Irene García

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