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Suelo pélvico, ejercicios para el embarazo

Suelo pélvico, ejercicios para el embarazo

España supera en más de un 60% el máximo de episiotomías establecido por la Organización Mundial de la Salud. En muchos casos, las secuelas de esta intervención son infecciones, cicatrices, movimientos dolorosos, pérdidas de orina o problemas en las relaciones sexuales. Por este motivo, los expertos señalan la necesidad de ejercitar los músculos del suelo pélvico para reducir el riesgo de daño perineal y de sufrir una episiotomía.

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Indice

 

¿Qué es el suelo pélvico y cuál es su importancia?

El suelo pélvico es un grupo de músculos que se extienden desde el final de la columna vertebral (en la base de la espina dorsal) hasta el hueso púbico. Este grupo de músculos soporta el útero, la vejiga y el intestino. Un suelo pélvico fuerte mantiene la estabilidad de la columna vertebral e incide positivamente en la postura de todo el cuerpo. Conocerlo y mantenerlo tonificado es fundamental para la salud femenina, no solamente durante el embarazo, sino también en los meses posteriores al alumbramiento.

Durante la gestación, tanto el suelo pélvico como la pared abdominal sufren una gran distensión y aumento del peso que soportan, a ello le tenemos que añadir una disminución del tono muscular debido a los cambios hormonales, que son necesarios para el buen desarrollo del embarazo y que a su vez preparan a la mujer para el parto. Todo ello puede provocar, ya durante la gestación y también en el posparto, síntomas de incontinencia, la mayoría de los casos, leve.

 

Secuelas de la episiotomía

Las episiotomías son una práctica generalizada que se introdujo en las rutinas hospitalarias sin evidencia científica sólida de su efectividad. Los estudios clínicos demuestran hoy en día que un desgarro natural siempre cicatriza mejor y con menos dolor que una episiotomía y provoca menos trauma perineal posterior, menos necesidad de sutura y complicaciones.

El motivo de esta conclusión es que cuando el tejido se rasga lo hace siguiendo las líneas de tensión y, al volver a unirse, duele menos. Además, cuando el desgarro es pequeño suele afectar solo a la piel y no a los músculos del suelo de la pelvis. En cambio, cuando estos se cortan puede quedar afectada alguna rama de algún nervio causando dolores mucho tiempo después. También suele haber mayor hemorragia por lo que la mujer queda más débil.

Dos tercios de las mujeres españolas que sufren un parto son sometidas a una episiotomía. Sus secuelas: infecciones, cicatrices, movimientos dolorosos, pérdidas de orina o problemas en las relaciones sexuales. Conociendo esto, sorprende que en la mayoría de hospitales españoles este procedimiento quirúrgico esté protocolizado.

En 2008, España se encontraba a la cabeza en número de episiotomías realizadas en Europa. Así lo confirmaba el informe bianual de la European Perinatal Health Report que cifraba en un 82,3% las mujeres que sufrían este tipo de intervenciones cuando la Organización Mundial de la Salud (OMS) cifra en torno al 20% el número máximo de episiotomías que deberían ser permitidas en los países de la Unión Europea.

Por ese motivo, profesionales estrechamente relacionados con ese momento tan importante para la mujer como matronas, fisioterapeutas y ginecólogos, recomiendan que la futura madre sepa que existen alternativas para evitar una episiotomía como ya ocurre en otros países europeos como Suecia o Dinamarca, donde este tipo de prácticas no superan el 10%.

“Es importante que las embarazadas españolas sepan que si el protocolo incluye la episiotomía de rutina, pueden solicitar una asistencia más natural, un derecho que aparece recogido en la Estrategia de Atención al Parto Normal del Ministerio de Sanidad y la OMS”, señala José Miguel Amóstegui, especialista en fisioterapia obstétrica y uroginecológica y Presidente de la Sociedad Española de Fisioterapia en pelviperineología (SEFIP).

“En la necesidad o no de practicar una episiotomía –explica M. Assumpció Huguet, matrona ASSIR de l'Alt Penedès- concurren diversos factores que hacen imposible afirmar al 100% que una episiotomía es evitable. Sin embargo, debe ser el médico quien valore en cada caso, en la fase de expulsión, si es preferible un desgarro natural o una episiotomía. No obstante, cuanto más tonificados lleguen al parto los músculos del suelo pélvico menos probabilidades habrá de sufrir una episiotomía. Los ejercitadores pélvicos son hoy en día la mejor alternativa para preparar el suelo pélvico y el periné de la mujer favoreciendo su elasticidad y la expulsión”.

 

¿Cómo se puede ejercitar el suelo pélvico?

La fisioterapia obstétrica es la mejor alternativa a las episiotomías. Los especialistas recomiendan iniciar la gimnasia prenatal a partir de la semana 32 de gestación, con el objetivo de la que la mujer llegue en las mejores condiciones al parto, tenga un buen parto y una mejor recuperación posparto.

La mejor manera de hacerlo es con los ejercicios de Kegel, que si son realizados con ejercitadores pélvicos con biofeedback como el EPI-NO, permiten a la mujer controlar en todo momento si los está realizando correctamente o no. Otros sistemas como las bolas chinas o los conos vaginales también son una opción pero es difícil que la mujer sepa identificar los músculos y realizar los ejercicios de forma correcta. Estos ejercicios están especialmente indicados como preparación al parto y para la recuperación posparto así como para la prevención y el tratamiento de la incontinencia.

Sin embargo, a diferencia de otros países europeos como Alemania, son muy pocas todavía las embarazadas españolas que utilizan ejercitadores pélvicos. Es más, muchas mujeres sólo llegan a conocer que son una alternativa a través del boca-oreja.

Lo confirma Juan Peña, portavoz de la compañía Promaternity, que comercializa en España el EPI.NO. “Las mujeres que contactan lo hacen porque han oído hablar de sus ventajas a mujeres de su familia o a sus amigas. Además, casi todas ellas conocen a alguna mujer que tras sufrir una episiotomía le ha contado los estragos que ha causado en su cuerpo y por ello quieren evitarlo a toda costa”.

Después del parto es necesario seguir ejercitándolo porque durante el embarazo y el parto el suelo pélvico se ha distendido y debe recuperarse. De una buena recuperación del suelo pélvico puede depender que, en el futuro, se evite sufrir incontinencia urinaria, disfunciones sexuales (dolor, anorgasmia, vaginismo, etc.) y prolapsos (uterino, genital o rectal). Por eso es muy importante no solamente prepararse para el parto sino prestar especial atención al suelo pélvico después, para evitar disfunciones en el futuro.

Asimismo,la ejercitación del suelo pélvico después del parto, además de recuperar la zona y evitar disfunciones como la incontinencia urinaria, también puede mejorar las relaciones sexuales al aumentar la sensibilidad de la zona pélvica, lo que incide en una mayor sensación de placer.

 


Fuentes:

M. Assumpció Huguet, Matrona ASSIR de l'Alt Penedès. Promaternity https://www.promaternity.com/

Fecha de actualización: 31-05-2020

Redacción: Lola García-Amado

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