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Síndrome de Hipotensión Supina en el embarazo

Síndrome de Hipotensión Supina en el embarazo

A partir del cuarto mes de embarazo no debes tumbarte boca arriba ya que el peso del bebé, del líquido amniótico y de la placenta pueden aplastar la vena cava inferior, provocándote el Síndrome de Hipotensión Supina

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Índice

 

Síntomas del Síndrome de Hipotensión Supina


Seguro que has oído que a partir del cuarto mes de embarazo es mejor dormir de lado, especialmente tumbada sobre el lado izquierdo. Esto se debe a que boca abajo tanto el bebé como tú estaréis incómodos, pero boca arriba, aunque estés a gusto, no debes permanecer mucho tiempo ya que el peso del útero y de todo lo que comporta (bebé, placenta, líquido amniótico) pueden aplastar la vena cava inferior, la que lleva la sangre de retorno al corazón para que vuelva oxigenada a distribuirse a través de la aorta.

Si esta vena se ve aplastada disminuirá la circulación sanguínea a través de ella, lo que afectará también al flujo del resto de venas y arterias provocando:

- aumento de la frecuencia cardiaca hasta un 20%.

- aumento del gasto cardíaco hasta el 50%.

- incremento del retorno venoso.

- disminución de la resistencia cardíaca periférica.

Esto provocará una serie de síntomas que conforman el Síndrome de Hipotensión Supina:

- Descenso de la tensión arterial

- Taquicardia compensatoria

- Náuseas

- Sudores fríos

- Mareo

- Palidez

- Dolor de cabeza

Este problema es más habitual al final del segundo trimestre y en el tercero, ya que según avanza el embarazo tu útero pesa más. En el caso de tengas la tensión alta o diabetes, puede ser especialmente peligroso.
 

¿Qué hacer para evitar el Síndrome de Hipotensión Supina?

Si notas estos síntomas, cambia inmediatamente de postura. En cuanto la sangre vuelva a fluir, se pasarán. Si te colocas de lado izquierdo, la recuperación será bastante rápida. Sin embargo, si te colocas hacia el lado derecho, aunque se aminoran los síntomas, es menos efectivo ya que en ese lado se encuentra el hígado, que ocupa mucho espacio.

Y, para acostumbrarte a no dormir boca arriba, puedes colocarte unas almohadas o cojín de lactancia a un lado. No obstante, tampoco debes dormir toda la noche sobre el mismo lado, ya que puede resultar incómodo y hacer que se te duerman las piernas o te den calambres. Procura cambiar de lado de vez en cuando.

En cuanto a dormir boca abajo, puedes hacerlo en las primeras semanas, una vez te crezca la tripa, estarás incómoda.

Si te despiertas a mitad de la noche para ir al baño, procura encender una luz tenue y, si te cuesta retomar el sueño, beber un vaso de leche o comer algo suave, pues te subirá el nivel de glucosa y te ayudará a conciliar el sueño de nuevo.

Y, si de repente te despiertas boca arriba, pero te encuentras bien, no te preocupes que no hay ningún problema, simplemente cambia de postura y sigue descansando.


Fuentes:

Goetzl, Laura (2006), Concepción y embarazo a partir de los 35, Pearson Educación.

Fecha de actualización: 01-10-2020

Redacción: Irene García

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