Paracetamol y embarazo: seguro, pero con matices

Indice

• Paracetamol y embarazo
• Dosis controladas, consultado con el médico y durante periodos cortos
• ¿El paracetamol puede afectar al desarrollo feto?
• ¿Y qué pasa con los antiinflamatorios?

 

Paracetamol y embarazo

El paracetamol es un medicamento analgésico y antipirético (es decir, calma el dolor y reduce la fiebre) de uso ampliamente extendido. De hecho, se estima que en España se venden unos 32 millones de envases al año, siendo uno de los medicamentos más vendidos y, sobre todo, más automedicados (es decir, consumidos sin la opinión o prescripción de un profesional).

En principio, el paracetamol es un fármaco seguro durante el embarazo y suele ser la principal opción de mujeres gestantes para calmar fiebre o dolores de cabeza o espalda, por ejemplo. Los estudios realizados en medicina hasta ahora concluyen que, en reglas generales, el paracetamol es un medicamento apto durante la gestación.

Uno de los organismos de más referencia en el control de medicamentos, la FDA (Administración de Alimentos y Medicamentos americana, en sus siglas en inglés), establece cinco categorías de medicamentos en función de su efecto teratogénico (la posibilidad de provocar un defecto congénito en el feto): A, B, C, D, X, de más seguros a menos.

El paracetamol forma parte de la categoría B, es decir, de aquellos medicamentos de los que “No existen evidencias de riesgo en la especie humana”, pero del que no hay estudios concluyentes en mujeres embarazadas. El uso de los medicamentos de categoría B se suele aceptar durante el embarazo (amoxicilina, ibuprofeno, lidocaína…).

Pero hay unos matices para esta seguridad o aptitud de uso. Y es que, como también ocurre con una persona que no esté embarazada, este medicamento deja de ser seguro cuando su uso es incorrecto.

 

Dosis controladas, consultado con el médico y durante periodos cortos

En el caso concreto de las embarazadas, es recomendable que se traten con paracetamol en periodos cortos de tiempo (lo ideal es no superar las 48-72 horas seguidas tomándolo).

Además, en casos general, pero especialmente en el caso de las mujeres embarazadas, conviene no caer en la automedicación y consultar siempre con un especialista que nos diga el medicamento necesario, la dosis adecuada y la frecuencia y tiempo de tratamiento necesarios. El paracetamol, aunque sea un medicamento tan generalizado, sigue siendo un fármaco que debe tomarse con receta médica previa.

Nunca, se esté o no embarazada, se debe exceder la dosis diaria de 4 gramos y lo más recomendable es optar por dosis de 500-650 gramos por toma. Superar esto aumenta las probabilidades de daño hepático, al ser metabolizado en el hígado. Por esta misma razón, y por los posibles daños al sistema cardiovascular y digestivo, no se recomienda que su consumo regular sea extendido ni que se combine con otros medicamentos.

Y, sobre todo, recuerda no usar el paracetamol como un medicamento "comodín", útil para todo. Todos los fármacos deben ser usados con precaución y prescritos por tu médico.
 

¿El paracetamol puede afectar al desarrollo feto?

Según un estudio llevado a cabo por la Universidad de Edimburgo y el Hospital Universitario de Copenhague, los analgésicos afectan a las células germinales, lo que puede alterar la forma en que se forma el ADN del feto, causando, entre otros, problemas de fertilidad.

No obstante, hay que tener en cuenta que estos resultados provienen de pruebas realizadas en ratones, no en humanos, y sin tener en cuenta otros muchos otros factores que contribuyen a la fertilidad, por lo que no debemos asustarnos.

Además, un estudio realizado por el Centro de Investigación en Epidemiología Ambiental (CREAL) y el Instituto Municipal de Investigación Médica con la colaboración de la Universidad de Aarhus (Dinamarca) afirma que el uso del paracetamol aumenta un 20% el riesgo de asma durante los primeros 18 meses y hasta un 50% si el estudio se amplía a los siete años.

En definitiva, debemos continuar con las pautas actuales en cuanto al consumo de paracetamol: no lo desaconsejan, aunque recomiendan que se use con la dosis más baja posible durante el menor tiempo posible (24-48 horas) y, siempre que sea posible, recurrir a métodos naturales para reducir el dolor.
 

¿Y qué pasa con los antiinflamatorios?

Los antiinflamatorios como el ibuprofeno deben evitarse durante la gestación a menos que el médico lo indique específicamente ya que aumenta el riesgo de aborto espontáneo durante el primer trimestre de embarazo y puede causar anomalías congénitas como paladar hendido, labio leporino, defectos en la pared abdominal o problemas de corazón.