Insuficiencia placentaria

Indice

• ¿Qué es la insuficiencia placentaria?
• Causas de la insuficiencia
• Síntomas de esta dolencia
• Consecuencias de la insuficiencia placentaria
• ¿Qué hacer para tratar la insuficiencia placentaria?

 

¿Qué es la insuficiencia placentaria?

La placenta es el órgano que conecta al feto con su madre. Su función principal es la de servir de fuente de alimentación. A través de ella el bebé en desarrollo recibe todos los nutrientes que necesita para crecer, igualmente de ella obtiene el oxígeno. Pero además la placenta hace de filtro deteniendo algunas sustancias nocivas para el bebé y dejando pasar otras. También fabrica algunas hormonas fundamentales para la gestación.

Como vemos, el papel de esta membrana es fundamental para el feto, por lo que si no es capaz de cumplir sus funciones, la vida del pequeño correrá peligro.

 

Causas de la insuficiencia

Algunas enfermedades de la madre pueden aumentar las probabilidades de sufrir insuficiencia placentaria, como la diabetes. También es más frecuente esta complicación en aquellas que padecen hipertensión o preeclampsia.

Además, cuando el feto tiene anomalías cromosómicas, por ejemplo en casos de bebés con síndrome de Down u anomalías congénitas estructurales, la placenta no funciona como debiera.

El tabaco o el consumo de drogas pueden estar detrás, asimismo, de esta afección. O sin duda, un envejecimiento de la placenta, porque se ha salido de cuentas, provoca que esta deje de cumplir su función.

Otras posibles causas de insuficiencia placentaria serían:

- Trastornos de coagulación de la madre

- La ingesta de ciertos medicamentos

- Implantación de la placenta en un fibroma

- Desprendimiento prematuro de placenta

- Infecciones placentarias como toxoplasmosis, citomegalovirus o listeria

- Malformaciones uterinas

- Enfermedades autoinmunes como lupus

- Cardiopatías

- Isoinmunización por grupo sanguíneo Rh

 

Síntomas de esta dolencia

Normalmente la mujer que padece esta complicación no siente ningún síntoma que pudiera alertar de una insuficiencia placentaria, pero existen algunas señales que indican su presencia que pueden detectarse con un examen médico, por ejemplo la reducción del líquido amniótico, una disminución del crecimiento del abdomen y por lo tanto del peso del bebé u otras anomalías observadas mediante un escáner doppler. Con esta técnica se analiza el flujo sanguíneo de la placenta, para ver si fluye con normalidad y esta funciona correctamente o por el contrario existe algún problema y el bebé no está recibiendo el oxígeno suficiente, lo que pondría en peligro su crecimiento. Es la mejor manera de confirmar el diagnóstico. 
 

Consecuencias de la insuficiencia placentaria

Si no se detecta y trata a tiempo esta enfermedad, puede causar graves consecuencias para el feto:

- Crecimiento Intrauterino Retardado (CIR)

- Signos de sufrimiento fetal

- Parto prematuro

- Defectos en el nacimiento como daño cerebral, disfunción pulmonar o problemas gastrointestinales

- Dificultades en el parto como falta de oxígeno, lo que puede causar parálisis cerebral y otras complicaciones

- Más problemas y dificultades en el aprendizaje

- Hipotermia

- Hipoglucemia

- Hipocalcemia (calcio bajo en la sangre)

- Policitemia (exceso de glóbulos rojos)

- Aumenta el riesgo de aspiración de meconio

- La madre también puede sufrir más complicaciones, como contracciones prematuras, sangrado vaginal, infecciones, formación de coágulos, etc.

¿Qué hacer para tratar la insuficiencia placentaria?

Cuando el médico o la matrona miden el útero en cada revisión rutinaria, pueden observar que el feto es más pequeño de lo esperado para la edad gestacional (Crecimiento Intrauterino Retardado). Por ello pueden considerar oportuno realizar una ecografía para detectar una insuficiencia placentaria. Si el resultado es positivo se valorará llevar a cabo un parto prematuro. En estos casos, si la placenta funciona mal, puede ocurrir que el bebé no resista un parto vaginal por lo que suele ser habitual realizarlo con una cesárea programada.

El tratamiento a seguir depende de la edad gestacional, de las consecuencias que se observen en el feto o de otros problemas que puede presentar la madre como preeclampsia.

Si este problema aparece pasada la semana 37, se provocará el parto o se hará una cesárea para evitar que el bebé pueda sufrir o incluso tener un fallecimiento intraútero.

Si está por debajo de las 37 semanas, y el bebé no está sufriendo mucho estrés, se puede intentar alargar el embarazo para evitar un bebé prematuro. Se recomendará reposo a la madre y se harán revisiones mucho más frecuentes. Si no se puede alargar, se se inyectarán corticoides al bebé para desarrollar la capacidad pulmonar y así aumentar la esperanza de vida del bebé prematuro.

En ocasiones, tu profesional de la medicina te puede aconsejar tomar aspirina en dosis bajas diarias a partir de los 3 meses de gestación porque la aspirina es un antiagregante de la sangre y mejora la circulación de la placenta.