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Citomegalovirus y embarazo

Citomegalovirus y embarazo

El citomegalovirus es un virus bastante común cuya infección puede afectar a cualquier persona, si bien suele presentarse con mayor frecuencia en niños pequeños, especialmente aquellos que van a guarderías o centros de preescolar.

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Indice

 

Impacto de la infección por citomegalovirus en el embarazo

El citomegalovirus pertenece a la familia de los virus que causan el herpes en medicina. Es el virus que se transmite con más frecuencia a los bebés durante el embarazo.

La infección por citomegalovirus no suele acarrear complicaciones importantes, de hecho en la mayoría de los casos ni siquiera se manifiestan síntomas, y si lo hacen es de forma leve, similar a los de la mononucleosis o una gripe: cefaleas, malestar general, fatiga, inflamación de ganglios linfáticos, fiebre, dolores musculares, etc.  Y no dura más de dos o tres semanas.

Sin embargo la infección de este patógeno en mujeres embarazadas condiciona el nacimiento de su bebé, pues existe un riesgo muy alto de transmitirlo al feto  durante cualquier etapa de la gestación, aproximadamente un 40%, con consecuencias realmente graves para el pequeño.

 

¿Cómo se produce el contagio?


El virus puede transmitirse de una persona a otra por contacto con fluidos como la saliva, la orina, la sangre, las mucosidades, la leche materna, etc. Una vez que se contrae la enfermedad, el virus permanece latente en el organismo de por vida, pero en estado inactivo.

Durante el embarazo, se puede transmitir a través de la placenta o cuando el bebé está en contacto con fluidos infectados durante el parto o, más tarde, a través de leche materna infectada.

Consecuencias para el feto


El riesgo de transmitir el virus al bebé durante una reinfección es muy bajo y el riesgo de complicaciones graves es más bajo aún. Por lo tanto, si contrajiste citomegalovirosis por primera vez por lo menos seis meses antes de quedarte embarazada, el riesgo para tu bebé es muy pequeño, así que puedes estar tranquila. Sin embargo, si te infectas por primera vez durante la gestación, las posibilidades de transmitir la infección a tu bebé son mucho más altas.

Casi la mitad de los fetos infectados por citomegalovirus presenta síntomas al nacer. Las secuelas suelen ser más frecuentes en éstos que en aquellos que no manifiestan síntomas. Pero alrededor de un 10% de los neonatos asintomáticos desarrollan también enfermedades asociadas al citomegalovirus congénito.

La principal es la hipoacusia o sordera progresiva, pero el recién nacido expuesto a citomegalovirus durante el embarazo también puede presentar otras complicaciones graves como microcefalia, retraso psicomotor o de aprendizaje, parálisis cerebral, hidrocefalia, epilepsia, problemas visuales, alteraciones dentarias...

Algunos síntomas que pueden aparecer en bebés con citomegalovirosis congénita son:

- Nacimiento prematuro

- Bajo peso al nacer

- Color amarillo en la piel y en los ojos (ictericia)

- Agrandamiento y funcionamiento deficiente del hígado

- Manchas púrpuras en la piel o erupción, o ambas

- Cabeza anormalmente pequeña (microcefalia)

- Agrandamiento del bazo

- Neumonía

- Convulsiones

 

¿Qué hacer en estos casos?

Actualmente no existe un tratamiento específico para curar la infección. La mejor manera de combatir la enfermedad es previniendo su contagio. Por ello se recomienda a las mujeres embarazadas, en especial a aquellas que tienen hijos menores de 5 años o están en contacto con niños pequeños (trabajadoras de guardería, pediatría, etc.), que tomen precauciones durante el embarazo y el periodo de lactancia.

 

Medidas preventivas frente al virus 

- Lavarse bien las manos después de cualquier contacto con niños pequeños, sobre todo si ha habido contacto con saliva, orina o heces, es decir, al recoger juguetes, cambiarles de pañal o darles de comer.

- Evitar besar a los niños en la boca.

- No compartir vasos, platos o cubiertos con los niños pequeños, así como chupar caramelos u otros alimentos que previamente haya probado el niño. 
 

¿Qué hacer si el feto se contagia?


No hay tratamiento disponible para el citomegalovirus congénito, pero es importante detectarlo durante la gestación ya que el tratamiento precoz evita complicaciones mayores. Por eso, durante el embarazo se suele hacer análisis serológico para comprobar si la mujer ya había padecido la enfermedad y tiene anticuerpos o se contagia en estos meses.

Si el médico detecta una nueva infección por citomegalovirus durante el embarazo, puede realizar una amniocentesis para determinar si el feto está infectado. Y, una vez nacido, hará falta también realizarle una serie de pruebas.

El tipo de tratamiento depende de los signos y síntomas y de su gravedad. El tratamiento más frecuente es con medicamentos antivirales que pueden disminuir la velocidad de reproducción del virus, pero no lo eliminan.


Fuentes:

Citomegalovirus congénito: ¿es necesario un cribado serológico durante el embarazo? Fernando Baquero-Artigao. Unidad de Enfermedades Infecciosas, Hospital Infantil Universitario La Paz, Madrid, España. DOI: 10.1016/j.eimc.2009.01.017

CDC: https://www.cdc.gov/cmv/fact-sheets/parents-pregnant-women-sp.html

Fecha de actualización: 23-09-2020

Redacción: Irene García

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