Síndrome del nido: la imperante necesidad de ordenar y limpiar
Ordenar los armarios de la cocina, reorganizar tu dormitorio, limpiar cada rincón de tu casa… Lo llaman Síndrome del Nido y supone un ritual común entre muchas embarazadas (y padres) que quieren tener su hogar a punto para la llegada de su bebé
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¿Qué es el Síndrome del Nido?
Es muy común entre los animales. Las futuras madres y padres se encargan de dejar el hogar o nido totalmente listo y preparado para cuando el bebé esté en el mundo. Y nosotros los humanos, como animales que somos, realizamos también este ritual de preparación. Y, de hecho, tenemos este instinto tan fuerte como el resto de animales.
El síndrome del nido consiste en una necesidad irrefrenable de limpiar, ordenar, decorar y poner a punto la habitación del bebé y el resto de la casa. Esta necesidad suele surgir en las semanas cercanas al momento del parto y aporta una hiperactividad y una energía inusual a la futura mamá, curiosa cuando la tripa empieza a cansar tanto. Es más frecuente en las primerizas.
Esto no quiere decir que todos los futuros padres lo desarrollen, o que no tener esta necesidad imperante de reorganizar el hogar y prepararlo implique un menor instinto maternal o paternal… Eso sí, si notas como el síndrome del nido te da de lleno al final de tu embarazo, ¡aprovéchalo! Pocos hay tan productivos como este.
Componente psicológico del síndrome del nido
No hay duda que desarrollar esta necesidad de ordenar y limpiar tiene un claro componente psicológico. Los hay que señalan una necesidad de reorganizar y limpiar como una preparación para esa nueva etapa que se aproxima, otros argumentan que supone una buena vía de salida a la adrenalina que se empieza a sentir en las últimas semanas de embarazo. También puede ser que pasar tanto tiempo en casa cuando el embarazo ya está avanzado -o al tener que estar en reposo- y tener tiempo libre derive para ti en ponerte a ordenar, limpiar y organizar tu hogar.
La excitación, nervios y ganas de tener a tu bebé contigo también puede ser lo que explique en parte la necesidad imperante de preparar el nido; o puede que se trate del resultado de darte cuenta de que cuando tu bebé nazca tu casa y su orden pasarán a un segundo (o tercer o cuarto) plano ante el nuevo orden de prioridades.
En cualquier caso, no es un impulso que haya que corregir o coartar. Eso sí, siempre con cuidado, especialmente en el caso de las embarazadas, de no sobrecargarse, hacer movimientos de riesgo (no te pongas a cambiar las cortinas) o coger objetos pesados. Mientras respetes unos parámetros de seguridad para evitar riesgos, ponte música y disfruta preparando tu hogar y el cuarto de tu bebé para su nuevo huésped.
No te obsesiones ni te agobies, prioriza y pide ayuda si lo necesitas.
Fecha de actualización: 08-01-2021
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