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Parto sin dolor: descubre todas las opciones

Parto sin dolor: descubre todas las opciones

Una de las mayores preocupaciones de cualquier mujer embarazada es el parto. El miedo a sufrir un dolor insoportable hace que muchas mujeres sientan una gran angustia difícil de superar antes de dar a luz. Sin embargo, las nuevas técnicas de control del dolor, como la epidural, han hecho que este sufrimiento disminuya considerablemente

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Indice

 

Métodos naturales para combatir el dolor del parto

Babilonia, China, Egipto e Israel son algunas de las civilizaciones que disfrutaban ya en la Antigüedad de prácticas que permitían el parto sin dolor. Las matronas de entonces utilizaban la sugestión y la distracción, con un dolor más fuerte, para aliviar el sufrimiento de la parturienta. Aún hoy se siguen utilizando técnicas parecidas. Irene Juárez Pérez, matrona en el Hospital de Fuenlabrada de Madrid, explica algunos de los métodos naturales para controlar el dolor que se pueden llevar a la práctica:

a) Posiciones útiles durante la primera etapa del trabajo de parto (fase de dilatación): Caminar, inclinarse sobre la cama, sentarse en una silla, arrodillarse sobre un almohadón…

b) Posiciones útiles para la segunda etapa del trabajo de parto (fase de pujo o  parto): Para muchas mujeres la posición más natural es la vertical (en cuclillas o  semicuclillas), ya que facilita la separación de las articulaciones entre los huesos  pelvianos, lo cual aumenta el diámetro total de la pelvis

c) Relajación: Las técnicas de relajación reducen la tensión muscular y alivian el dolor y el estrés del parto. Las más conocidas son la relajación progresiva de Jacobson o el  entrenamiento autógeno de Shultz.

d) Masajes

e) Hipnosis

f) Yoga

g) Técnicas de respiración

h) Calor y frío: Tomar una ducha de agua caliente, ponerse una bolsa de agua fría o una toalla caliente sobre el abdomen, aplicar una compresa caliente en el periné

i) TENS: La estimulación nerviosa eléctrica transcutánea (TENS) es también otra forma de contraestimulación y se ha utilizado durante muchos años en el manejo del dolor postoperatorio. El equipo de TENS consiste de un pequeño generador de pulsos a pilas conectado a uno o a dos pares de electrodos, que se adhieren a la piel con cinta adhesiva. Al encenderse, el aparato causa un hormigueo debajo de los electrodos, cuya fuerza puede ajustarse desde los controles del generador.

A pesar de la gran cantidad de posibilidades naturales que existen para ayudar a controlar los dolores del parto, Irene Juárez nos explica que estos métodos ni se ofertan ni se demandan en nuestro sistema sanitario. De entre los métodos naturales, los más usados son “la preparación maternal, las técnicas de relajación, deambulación y movimientos de pelvis durante la dilatación (en Fuenlabrada se pueden usar las pelotas de gymnic) y el apoyo continuo durante el proceso por parte de la matrona, y por supuesto de la pareja, en respiraciones, guía en relajación, masajes…”.

Aparte, la manera más usual y común de controlar los dolores del parto son los métodos farmacológicos, es decir, la anestesia. Irene Juárez considera que no se abusa del uso de la anestesia, “la epidural está indicada para el manejo del dolor intraparto en el medio hospitalario, y está ahí para usarla. La que decide es la mujer, a la que nosotros como profesionales tenemos que ofrecerle toda la información posible de forma individualizada en su proceso de parto concreto, tanto sobre epidural como del resto de técnicas a su alcance para que haga una elección libre y sin condicionamientos”.
 

Tipos de anestesia 

Intradural

Es una variante de la epidural que se utiliza cada vez con mayor frecuencia en algunos tipos de cesáreas. También se emplea en partos que requieren fórceps. Se aplica en el mismo punto que la epidural (entre dos vértebras), si bien la aguja sí atraviesa la duramadre, llegando al líquido cefalorraquídeo. El efecto analgésico es similar, pero se nota antes (a los cinco minutos de su aplicación). Además, a diferencia de la epidural, la paciente pierde totalmente la sensibilidad y el tono muscular de cintura para abajo, razón por la cual no se usa en partos normales (la mujer no podría empujar).

Epidural

La anestesia epidural se aplica pinchando en la zona lumbar de la columna vertebral, previamente insensibilizada con un anestésico local. La aguja se inserta entre la segunda y tercera vértebras y penetra hasta el espacio epidural, situado entre las paredes óseas del canal medular y la duramadre (envoltura de la médula). Luego, se mete un catéter (que queda insertado tras retirar la aguja) a través del cual se van aplicando las dosis de analgésico mediante una bomba de infusión. Se requiere la presencia de un anestesista, que controla las constantes de la mujer y cualquier incidencia que pueda ocurrir. En general se inyecta una vez que ha empezado el trabajo de parto.

En algunas mujeres puede ocurrir un breve periodo de tiempo durante el que las contracciones disminuyen. Muchas otras quedarán, sin embargo, agradablemente sorprendidas de que al sentirse más cómodas y relajadas el parto progresa más rápidamente. En términos estadísticos, primera fase del parto (dilatación) se acorta con la analgesia epidural, mientras que la fase de expulsión suele prolongarse, sin que ello suponga un peligro adicional para el niño. Normalmente al llegar a esta fase final la mujer suele tener energías para empujar cuando sea necesario; si no fuera así, lo podrá hacer igualmente con la ayuda de los sanitarios o guiando al niño mediante un fórceps o ventosa.

Anestesias locales

Hay dos tipos de anestesias locales que se aplican, en ocasiones, en la última fase del parto, el expulsivo.

l. Del periné.

Se usa para insensibilizar la región perineal (zona comprendida entre la vagina y el ano), antes de practicar y/o suturar la episiotomía (incisión que facilita la salida del bebé y evita desgarros vaginales). Consiste en una inyección subcutánea que duerme el periné. Es de efecto inmediato y dura una hora.

2. De los nervios pudendos.

Se recurre a ella para anestesiar la vagina y el periné, con el fin de aliviar la fase de expulsión y también para coser la herida de la episiotomía. Igualmente, está indicada en los partos en los que hay que utilizar fórceps. Se aplica inyectando un anestésico en el interior de la vagina, en los tejidos que rodean los nervios pudendos. Actúa con gran rapidez, dura entre una y dos horas y carece de efectos secundarios.

Tanto el bloqueo de los nervios pudendos como la anestesia del periné se utilizan cada vez menos debido al auge de la anestesia epidural. Los efectos de ésta hacen innecesario recurrir a otros anestésicos.
 

Ventajas de la anestesia epidural

- Es la técnica analgésica más efectiva, tanto en calidad (mujeres sin dolor o con dolor leve), como en el número de mujeres que presentan una dilatación y una expulsión sin dolor.

- Permite "disfrutar" del parto, gracias a la ausencia de dolor.

Articulo relacionado: Parto con membranas íntegras

- La madre puede colaborar mejor durante todo el parto, dado que no presenta ni dolor, ni la ansiedad que éste le produce.

- Mejora la circulación placentaria.

- Disminuye la mortalidad perinatal, especialmente en recién nacidos de bajo peso.

- No presenta ningún riesgo para el bebé.

- El catéter permite la realización inmediata de una anestesia epidural más fuerte, en caso de que haya que realizar una intervención obstétrica, como una cesárea.
 

Inconvenientes de la anestesia epidural

- No siempre es posible realizarla, y a veces el resultado no es óptimo (aproximadamente un 10% de las mujeres a las que se les realiza una anestesia epidural pueden seguir presentando dolor).

- Puede aumentar la incidencia de cesáreas.

- La anestesia epidural puede ocasionar efectos secundarios y complicaciones. Los más leves son los más usuales, y las complicaciones más graves se dan muy pocas veces:

1) calambres

2) analgesia insuficiente, que puede requerir la recolocación del catéter.

3) punción intradural, con salida de líquido cefalorraquídeo. Puede producir dolor de cabeza.

4) Temblores

5) Náuseas y vómitos

Articulo relacionado: Parto natural, ¿con epidural?

6) Picores

7) Disminución de la movilidad de las piernas

8) Dolor de espalda

9) Disminución de la tensión arterial

10) Retención de orina

11) Aumento del parto instrumentado (fórceps, ventosas, espátulas)

12) Fiebre

13) Punción intravascular, con paso del fármaco al torrente sanguíneo

14) Rotura de la aguja o del catéter

15) Reacciones alérgicas: tienen un carácter extraordinario y los expertos desaconsejan la práctica sistemática de pruebas de alergia.

16) Complicaciones neurológicas (excepcionales). Complicaciones infecciosas (excepcionales)

17) Hematoma epidural (muy excepcional), sobre todo en relación con la toma simultánea de algunos medicamentos.
 



 


Fuente: Laura Cruz, fisioterapeuta de Valle36 Fuentes: Centro de preparación a la maternidad Valle36

Fecha de actualización: 16-05-2020

Redacción: Lola García-Amado

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