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¿Cómo curar los puntos de la episiotomía?

¿Cómo curar los puntos de la episiotomía?

La episiotomía es un procedimiento bastante habitual que se realiza en el momento de la expulsión del parto para facilitar la salida del bebé. Consiste en una incisión que debe ser reparada por medio de una sutura (o puntos) que hay que tratar con cuidado en el posparto. ¿Sabes cómo?

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Indice

 

¿En qué consiste la episiotomía?

La episiotomía es un procedimiento habitual en los partos, pero no se realiza siempre sino solo cuando el ginecólogo o la matrona lo consideran indispensable. En el momento de la expulsión, si el periné no dilata lo suficiente, el bebé tiene dificultades para salir y hay peligro de desgarro, se procede a realizar la episiotomía, esto es, una incisión entre el ano y la vulva que aumenta la apertura vaginal.

Una vez el bebé ha salido, se procede a coser esta incisión, para lo cual es necesario dar una serie de puntos (normalmente entre 2 y 5).

Según los estudios publicados, se sabe que las mujeres que paren por primera vez necesitan de más episiotomías que aquellas que han tenido un parto anterior. Esto puede ser debido a que las parturientas primerizas suelen tener trabajos de parto más prolongado. Otros estudios revelan que las madres a edades maduras (más de 37 años) también necesitan de más episiotomías.

 

¿Cuándo se necesita la episiotomía?

Durante muchos años, se pensó que las episiotomía ayudaba a prevenir desgarros perineales más extensos durante el parto y que sanaban mejor que un desgarro natural. También se pensaba que este procedimiento ayudaba a preservar el soporte del tejido muscular y conectivo del suelo pélvico.

Sin embargo, hoy en día las investigaciones sugieren que las episiotomías de rutina no previenen estos problemas.

A raíz de estos estudios, no se recomienda este procedimiento por rutina, pero puede ser necesaria. Tu proveedor de atención médica puede recomendarte la episiotomía si tu bebé necesita nacer rápido porque:

- El hombro de tu bebé está atrapado detrás de tu hueso pélvico (distocia del hombro)

- Tu bebé tiene un patrón de frecuencia cardíaca anormal durante el parto (se aprecian signos de sufrimiento fetal)

- Necesitas un parto vaginal instrumentado (con fórceps o con ventosa)

- El bebé está en posición de nalgas (los pies o las nalgas del bebé salen primero) y hay un problema durante el parto.

- Tu bebé es demasiado grande.

- El bebé es prematuro.

 

Consejos para su curación

Lo fundamental es que la herida esté siempre perfectamente limpia y seca. Para ello debes limpiar la herida con agua y jabón cada vez que vayas al baño. Durante los primeros días, se aconseja secar la zona con una gasa estéril de delante hacia atrás. Evita las toallas, pueden dejar residuos. No tengas miedo de tocar la herida.

Además, debes cambiarte a menudo la compresa posparto, que debe ser de celulosa o algodón para evitar reacciones alérgicas y que los puntos se maceren, ya que mantienen una adecuada absorción.

También se recomienda dejar la herida al aire.

Se puede aplicar un antiséptico. Preferiblemente uno que contenga clorhexidina como Cristalmina porque es el antiséptico más adecuado para madres lactantes y niños.

Puedes tomar medicamentos recetados o usar analgésicos de venta libre para el dolor de la herida, pero consulta con tu ginecólogo, sobre todo en el caso de estar dándole el pecho a tu bebé.

Si estás estreñida puede que un ablandador de heces te venga bien. Muchas mujeres sufren de estreñimiento debido al miedo que les produce la posibilidad de que al evacuar se le salten los puntos.

No debes hacerte lavados vaginales, tampoco utilizar tampones ni tener relaciones sexuales, Durante el tiempo que tu médico te indique. También puedes tener otras restricciones sobre actividades, como no realizar actividades agotadoras ni levantar objetos pesados.

En cuanto a la dieta, siempre que tu médico no indique lo contrario, puedes seguir con tu dieta normal.

Realiza gimnasia hipopresiva, esta consiste en realizar ejercicios con el fin de fortalecer el suelo pélvico, a través de diferentes posturas, pero con un ritmo lento y en fase de apnea (sin oxígeno, con los pulmones vacíos).

Es posible que tu médico te brinde instrucciones adicionales o alternativas después de este procedimiento en función de tu situación específica.


¿Cuándo se debe acudir al médico?

Debes acudir a tu médico si tienes alguno de estos cuadros:

- Sangrado en el lugar de la episiotomía

- Secreción de la vagina con mal olor

- Fiebre y/o escalofríos

- Dolor intenso en el perineo


¿Qué riesgos tiene la episiotomía?

- La recuperación de la episiotomía es incómoda, a veces esta incisión quirúrgica es más extensa de lo que hubiera sido un desgarro natural.

- Es posible que se produzca una infección en la herida de la incisión.

- Esta herida puede causar dolor en las relaciones sexuales en los meses posteriores al parto.

- Una episiotomía de la linea media te pone en riesgo de un desgarramiento vaginal de cuarto grado, que se extiende a través del esfínter anal hasta la membrana mucosa que recubre el recto. Esto puede causar incontinencia fecal. En los casos más graves de incontinencia fecal puede ser necesario recurrir a la cirugía.

- Puede haber una hemorragia mayor.

- Puede producirse un hematoma perineal: que es una acumulación de sangre en los tejidos perineales.


¿La episiotomía se podría evitar?

Puedes prepararte con el fin de fortalecer tu cuerpo para el parto y así disminuir las probabilidades de necesitar una episiotomía. Para esto puedes:

- Practicar los ejercicios de Kegel.

- Realizarte masajes perineales durante las 4 a 6 semanas antes del nacimiento del bebé.

- Practica las técnicas aprendidas en las clases de preparación al parto para controlar la respiración y las ganas de pujar.

Incluso si practicas estas medidas, puedes necesitar una episiotomía. Debes escuchar a tu proveedor médico sobre la necesidad de la episiotomía, él buscará lo mejor para la salud de tu bebé y para ti.


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