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¿En qué semana hay más riesgo de aborto?

¿En qué semana hay más riesgo de aborto?

La interrupción y finalización prematura del embarazo de forma natural es algo que preocupa a todas las mujeres que van a ser mamás. Aunque no es lo habitual, sí se puede dar el caso, especialmente antes de la semana 8 de gestación.

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¿Qué es un aborto natural?

El aborto espontáneo, o natural, es la pérdida del bebé en las veinte primeras semanas de embarazo, ya que a partir de aquí si pasara algo se consideraría parto prematuro. La mayoría de los abortos suceden durante las primeras semanas de gestación. El desarrollo del feto se detiene antes de que tenga capacidad para vivir fuera del útero materno y, en muchas ocasiones, algunas mujeres ni siquiera son conscientes de que están embarazadas ya que el aborto se produce antes de que lleguen a realizarse un test de embarazo.

La mayoría de los abortos, por tanto, se producen durante el primer trimestre, especialmente en las primeras 8 semanas, cuando ocurre la división e implantación del óvulo fecundado y la formación de las primeras estructuras y órganos del bebé. Sin embargo, dependiendo de la semana en que ocurra se le denomina de una manera u otra. Si se produce un aborto antes de las diez primeras semanas de embarazo se le denomina aborto precoz, entre la semana 11 y la 20 es conocido como aborto tardío, y pasadas las veinte semanas, ya es un parto prematuro.

Hoy, la mayoría de embarazos son deseados y la idea de que esta etapa tan maravillosa y deseada por tantas mujeres se pueda interrumpir por cualquier motivo puede llegar a convertirse en una pesadilla y algo insoportable para cualquiera de ellas. Sin embargo, hay que tener en cuenta que esto solo ocurre en un 15% de embarazos.


Síntomas de un aborto espontáneo

Existen dos síntomas de aborto que deben poner en alerta a cualquier mujer: sangrado vaginal y dolores abdominales. Aunque siempre deben ser motivo de consulta urgente, no siempre serán síntomas de aborto o parto prematuro.

Es cierto que las pérdidas vaginales con algo de sangre pueden ser algo normal, y la percepción del dolor, y más aún en el embarazo, muy subjetiva. Por este motivo, no podrían en sí mismos representar los síntomas de este proceso.

El sangrado es el primer síntoma de aborto espontáneo, el más característico y alarmante, aunque si es liviano, y dura poco tiempo, no tiene por qué existir peligro, pero si se trata de un sangrado más parecido al de la menstruación, y va acompañado generalmente de calambres y dolores parecidos también a los que sufrimos cuando tenemos el periodo, la probabilidad de aborto es muy alta.

El dolor abdominal o los cólicos representan el segundo síntoma más común de riesgo, y comienzan después de la pérdida de sangre. Estos dolores pueden ser suaves o fuertes, persistentes, o presentarse en forma de retortijones. Se sienten en la parte baja de la espalda como una presión, y ni los analgésicos pueden calmarlos.


Causas de un aborto

Numerosos estudios han demostrado que uno de cada cinco embarazos termina en aborto natural, es decir, en la interrupción espontánea del embarazo antes de las veinte semanas de gestación, ya que suelen estar causados por una malformación o anomalía en el embrión.

La mayoría se producen de manera fortuita, y nada tienen que ver con problemas genéticos en la madre o en el padre, o al menos eso explican los ginecólogos que distinguen entre dos tipos de abortos:

Abortos espontáneos únicos: accidente que no tiene por qué volver a ocurrir y del que no se investigan las causas. Este puede ser debido a una anomalía accidental de la fecundación, ya que en el 50% de los casos el embrión es portador de una alteración cromosómica incompatible con la vida, o bien puede suceder que el embarazo sea extrauterino, es decir, que la concepción del embrión se haya producido fuera de la cavidad uterina, normalmente en el interior de las trompas de Falopio.

Abortos recurrentes o de repetición: cuando un embarazo fracasa por tercera vez consecutiva se considera aborto de repetición. En estos casos, el diagnóstico debe ser más exhaustivo, aunque esto no significa que no vaya a llegar a término. De hecho, el siguiente a estos se logrará en el 80% de los casos. Este tipo de abortos son debidos principalmente a una malformación uterina, trastornos endocrinos o causas genéticas.

A pesar de que existen muchas causas es importante saber que para prevenir el riesgo de aborto será necesario llevar un control médico adecuado, mantener una dieta sana y equilibrada rica en frutas y verduras bien lavadas, no tomar demasiada medicación (recetada siempre por el médico) y descansar adecuadamente.

Si pasan las semanas y todo va bien, hay que estar tranquilas, pues esto significa que nada malo le sucede al bebé, pero siempre prestando especial atención a los principales síntomas anteriormente mencionados para poder acudir al hospital cuanto antes y resolver la situación en el caso de que suceda lo contrario.

 

Cómo superar un aborto

Afrontar la pérdida de un bebé en un aborto involuntario es una experiencia traumática y dolorosa. Aunque el aborto se produzca en las primeras semanas, los padres seguramente ya habíais empezado a haceros ilusiones, planes, etc. Emociones como tristeza, el miedo, la rabia y la impotencia son normales en este proceso. No es bueno reprimirse, si sientes ganas de llorar debes hacerlo.

Cada persona necesita un tiempo para superar la pérdida y no se debe presionar para que los padres lo superen cuando aún no están preparados. La mejor opción es apoyarse en tu pareja, familiares o amigos si crees que puede ser de ayuda para ti, También podrías tratar de hablar con alguien que haya pasado por una situación parecida.

Es normal tener miedo al volver intentar un embarazo pero tienes que pensar que, a pesar de que hayas tenido un aborto, no tiene por qué volver a pasar.

Si ves que a pesar de darte un tiempo no superas este hecho traumático, se debe empezar a plantear la idea de pedir ayuda a un experto.

 


Te puede interesar:

TodoPapás ha desarrollado un test de síntomas del embarazo que propone a la mujer una serie de síntomas relacionados con la gestación y, en función de sus respuestas, arroja como resultado una probabilidad dada.

Fuentes:

Goetzl, Laura (2006), Concepción y embarazo a partir de los 35, Pearson Educación.

West, Zita (2007), El cuidado del bebé antes del nacimiento. Ed. Pearson Alhambra.

Fecha de actualización: 14-05-2020

Redacción: Ana Ruiz

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