Síntomas de la microcefalia en bebés

Índice

• Causas de la microcefalia
• Síntomas de la microcefalia
• ¿Cómo se diagnostica la microcefalia?
• ¿Existe tratamiento para la microcefalia?

Causas de la microcefalia

El perímetro craneal de un bebé al nacer suele rondar los 35 o 36 cm de media. Cuando esta medida está por debajo del promedio podemos estar ante un caso de deficiencia de crecimiento del cerebro o el cráneo. Es lo que se llama en Medicina microcefalia.

Las causas de la microcefalia son múltiples. Son diversos los factores que pueden provocar que la cabeza de un bebé no alcance la dimensión adecuada, y del mismo modo, las consecuencias también serán diferentes según sea el caso concreto. No obstante, cuanto menor es el tamaño del cráneo, mayores probabilidades de retardo mental existen.

Entre las causas principales de la microcefalia encontramos:

- Trastornos genéticos

- Exposición a químicos o sustancias peligrosas

- Intoxicación con metilmercurio

- Falta de vitaminas y nutrientes adecuados en la alimentación

- Infección intrauterina con los virus citomegalovirus, VIH, rubéola, virus del zika, herpes, toxoplasma, sífilis, varicela

- Consumo de alcohol y drogas ilegales en la gestación

- Fenilcetonuria no tratada

La microcefalia puede presentarse sola o combinada con otros problemas de salud, siendo un síntoma asociado a un síndrome o enfermedad genética.

La microcefalia aislada se llama también microcefalia vera o verdadera o microcefalia primaria. Es un trastorno muy raro de causa genética. Hay una forma autosómica recesiva, otra dominante, y se ha descrito otra forma ligada al cromosoma X.

La microcefalia sindrómica es la que está asociada a diversos síndromes como el síndrome de Down, el síndrome de Edwards, el síndrome de Patau, el síndrome de Seckel, el síndrome de Smith-Lemli-Opitz, el síndrome de Williams-Beuren, el síndrome de Cornelia de Lange, etc.

La microcefalia suele ser una enfermedad congénita, pero también puede presentarse tras el parto a consecuencia de distintas lesiones cerebrales, falta de oxígeno o por una infección (meningitis y meningoencefalitis víricas, bacterianas, abscesos cerebrales, tuberculosis cerebral).
 

Síntomas de la microcefalia

La medida del perímetro craneal (PC) se realiza colocando una cinta métrica en la parte más ancha de la cabeza del bebé. La cifra obtenida se compara en tablas de crecimiento estándar, que nos ofrecen las medidas craneales de otros niños en percentiles. En la microcefalia el tamaño de la circunferencia es muy inferior a la media o incluso está por debajo del primer percentil.

Normalmente los niños que padecen microcefalia nacen con una cabeza de tamaño normal o ligeramente pequeña. Más adelante la cabeza deja de crecer, pero la cara sigue desarrollándose, por lo que se evidencia la alteración que provoca una cara grande respecto a la cabeza o una obvia asimetría facial.

Igualmente la frente queda en retroceso, hacia atrás, y el cuero cabelludo se arruga.

Más adelante, pueden manifestarse otros síntomas, como una estatura y pesos insuficientes, retraso en el desarrollo motriz, del lenguaje, mental, etc.

También se incluyen entre los síntomas más comunes convulsiones, mayor movimiento en los brazos y las piernas (espasticidad), llanto agudo y constante, alimentación deficiente, etc. 
 

¿Cómo se diagnostica la microcefalia?

La microcefalia puede diagnosticarse antes del nacimiento mediante una ecografía de revisión del embarazo, en la que se mide el perímetro cefálico del feto y, si se detecta que es muy pequeño, se harán más pruebas para comprobar si crece o no. El valor de la medida de la microcefalia es, por lo general, menos de 2 desviaciones estándar (DE) por debajo del promedio. La microcefalia grave se define como una circunferencia de la cabeza que es aún menor que el valor de la medida más pequeño; por lo general, menos de 3 desviaciones estándar (DE) por debajo del promedio en los bebés de la misma edad y sexo.

Para ello, se puede hacer una resonancia magnética para obtener imágenes más concretas del cerebro y poder comprobar si realmente existe microcefalia o no.

A veces no se detecta hasta después del nacimiento. En las revisiones de pediatría, se puede comprobar que la circunferencia de la cabeza del bebé es mucho más pequeña de lo normal. En este caso, es probable que el pediatra pida hacer revisiones más frecuentes al pequeño para comprobar si la cabeza crece o no y si las suturas craneales se cierran. Si deja de crecer, pedirá más pruebas como una TAC, una resonancia magnética cerebral, análisis de sangre y orina…  

El médico también puede preguntar si existen antecedentes familiares de microcefalia u otros problemas de salud, así como si hubo problemas en la gestación como infecciones maternas por rubéola, zika, etc.
 

¿Existe tratamiento para la microcefalia?

No existe un tratamiento para la microcefalia que normalice el tamaño o la forma de la cabeza del bebé, pero sí se pueden llevar a cabo ciertas intervenciones para minimizar las deformidades y maximizar las capacidades del niño.

Los niños que nacen con microcefalia requieren exámenes y pruebas de diagnóstico frecuentes para vigilar el desarrollo de la cabeza, así como también las funciones motriz, social, intelectual y del lenguaje a medida que crecen.

Hará falta una ayuda multidisciplinar, tanto por parte del equipo médico como de la familia y el colegio, aunque el desarrollo del niño dependerá de si la microcefalia es leve o severa, si va asociada a otros problemas, las consecuencias que tenga, etc.

La fisioterapia, la logopedia, la estimulación temprana y la educación especial ayudarán a mejorar la vida de estos niños y sus familias.

Si hay defectos anatómicos importantes se puede recurrir a la cirugía. La craneosinostosis se puede tratar cortando en unas zonas el hueso para que no haya presión en el cerebro del niño, que el cerebro pueda seguir creciendo y mejorar la apariencia del cráneo, así como la capacidad intelectual.