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El cascabel de los reyes magos

Enviado por jazaks

El cascabel de los reyes magos

Samuel estaba muy impaciente, iban a ver pasar los Reyes Magos por el centro de su ciudad. Cuando por fin se pusieron en camino encontraron un gran atasco y para cuando encontraron aparcamiento los Reyes ya estaban pasando. Samuel pudo ver poca cosa. En definitiva volvió a su casa disgustado y pensando que los Reyes Magos eran unos desconsiderados por no esperarle solo un poquito más. Su mamá lo tranquilizó con algunos caramelos que Samuel guardó debajo de su almohada.Cuando Samuel se acostó, su abuelito José fue a darle un beso de buenas noches. Con mucho misterio, el abuelo se sentó en la cama y enseñó a Samuel su mano abierta, la volvió a cerrar y cuando la abrió de nuevo en ella apareció un cascabel dorado. José hizo sonar el cascabel y Samuel sonrió encantado, pues sabía que sería para el. José explicó a su nieto que ese cascabel era mágico, perteneció a la montura del camello de Baltasar. Era muy antiguo y José lo encontró cuando era muy niño justo en la mañana de Reyes. El abuelo hizo sonar el cascabel y en su música  se podía oir la magia de la noche de Reyes y dijo que solo sonaba en manos de un niño que crellera en esa magia.

Samuel estuvo haciendo sonar el cascabel hasta que se durmió y en ese preciso momento comenzó la aventura. Sintió unos golpecitos en el cristal de la ventana y se levantó para mirar. No hacía ni pizca de frío y al asomarse vió a dos camellos descansando en su jardín. ¿Donde estaba el tercero?. De pronto un camello enorme, con su cabeza alargada, sus divertidos dientes y resoplando se asomó por la ventana asustando un poquito a Samuel. Con una voz un poco chillona se dirigió al niño:

_"Tu tienes el cascabel de la magia de la noche de Reyes, me gustaría que me lo devolvieras para ponerlo en mi montura de nuevo. "

Samuel estaba entusiasmado, pues era el camello de Baltasar y le estaba hablando.

_"¡Bueno que me dices!...sin el cascabel que me falta mi música no suena  igual."_ El camello se balanceó un poquito y decenas de cascabeles sonaron a Navidad.

Samuel miró su querido cascabel y pensó que su abuelo lo entendería. Con mucho cuidado lo enganchó en la correa justo donde estaba su hueco. El camello se marchó dando las gracias con sus dos compañeros entre  tintineo de campanitas.

A la mañana siguiente Samuel despertó feliz corriendo al Salón para abrir los regalos. De pronto se acordó de los camellos y salió veloz al jardín, pero allí ya no había nadie. Antes de volver dentro vió un brillo fugaz entre la hierba, cuando se agachó comprobó que era una campanita.

El abuelo José se acercó y observó la campana:

"_¡Vaya que suerte! es una campana de Navidad  y pertenece al camello de Melchor. Guardalá muy bien. Tal vez algún día de Reyes cuando la hagas sonar, vendrá a visitarte y podrás  devolvérsela. Samuel la apretó muy fuerte en su mano y corrió dentro para guardarla como un tesoro."

El abuelo José se quedó solo y sonrió feliz porque recordo que una noche de Reyes el también devolvió una campanita igual y fue el día más feliz de su larga vida.

FIN

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