• Buscar

Sueños mágicos

Enviado por maribelmartos

Sueños mágicos

Había una vez una mamá.  Estaba bastante triste porque últimamente no tenía mucho tiempo para estar con su hijo y a ella lo que más le gustaba era poder pasar el tiempo con  él, pero durante la semana entre el trabajo, el cole y todas las tareas que tenían casi no les quedaba tiempo de estar juntos.

Cuando llegaba el fin de semana o algún día de fiesta aprovechaban para pasarlo juntos en familia. Se acercaba el fin de semana  y decidieron ira a un pueblecito cercando donde se celebraba una fiesta.

Era una fiesta muy bonita donde había actuaciones para niños y niños, tenderetes de cosas muy chulas para las mamás, música para todos, un puesto de helados artesanales  que estaban buenísimos. También había en la fiesta un pequeño tenderete  donde estaba una señora muy arrugadita toda vestida de negro con un brillante gato negro en sus piernas.  Decidieron ir a ver que es lo que la señora vendía…

-Me llamo Esperanza y soy una bruja buena, ayudo a algunas personas q que sean más felices. Tengo estos polvos mágicos  aunque no siempre tienen los mismos poderes, depende de la persona que lo  utilice. Eso sí las únicas que los pueden usar son las mamás.

-Pero mamá es que esta muy arrugada y es un poquito fea, es una bruja, me da miedo.

-  Bueno vale parece un poquito una abuelita, en realidad. MUA!

 

<p style="\&quot;margin-left:" 36pt;\"="">  

Esperanza les dio una bolsita de polvos mágicos.  Y les dijo que esa misma noche la mamá podría probar sus poderes. Así pues, esperaron a que llegara la noche, la mamá se hecho unos poquitos polvitos es sus manos, pero no pasó nada de nada.

Al fin se fueron a dormir, la mamá dio su beso de buenas noches al niño y este se durmió y su mamá también. Entonces fue cuando la magia empezó a funcionar, la mamá estaba soñando con su pequeño, estaba en un fantástico país pasándolo en grande toda la familia. Y no solo ella el pequeño estaba soñando que pasaba una fantástica aventura pirata con su familia, era muy divertido.

A la mañana siguiente se lo explicaron todo, vaya estos polvos mágicos hacen que por las noches podamos vivir aventuras juntos, estar más tiempo juntos y divertirnos.

Al final Esperanza les había ayudado a ser más felices porque aunque de día tenían poco tiempo para compartir cuando estaban tristes se echaban  polvos mágicos y soñando podían estar juntos y pasarlo bien.

Publicidad
×