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Los bebés y los siete errores más frecuentes al volante

Los bebés y los siete errores más frecuentes al volante

Seguro que conoces las pegatinas de "Bebé a bordo" que muchos padres llevan en la luna trasera de su coche, ¿verdad? Pues quizás sea el momento de pegarlas en el parabrisas delantero, porque en ocasiones parece que hasta a nosotros mismos se nos olvida que transportamos un bebé

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Indice

 

Conducir con un bebé en el coche

En nuestro ritmo frenético y constante estado de falta de sueño, es habitual no conducir con la seguridad que se debiera, especialmente si tenemos en cuenta que llevamos un bebé a bordo. Ya sea yendo al médico, a un cumpleaños, a la guarde, al supermercado… tenemos un millón de cosas en la cabeza y a veces es fácil cometer ciertas imprudencias. Lo que nos hace, tanto a nosotros como a nuestros niños, más propensos a sufrir accidentes; accidentes que en la mayoría de los casos podrían haberse eludido. Te mostramos cuáles son los errores más comunes al volante y cómo evitar cometerlos.
 

 

Hablar por el móvil mientras se conduce

Es tentador aprovechar unos minutos libres en el coche para confirmar la cita del dentista o devolver una llamada perdida, pero hablar por el móvil puede ser igual o más peligroso que conducir superando el límite de alcoholemia permitido.

Charlar por el móvil mientras se conduce ralentiza el tiempo de reacción. Tampoco estás fuera de peligro si usas el "manos libres". No importa las manos que tengas sobre el volante si no estás centrada en la carretera y aunque marcar un número de teléfono resulta más peligroso que hablar por éste, sólo empleamos unos segundos en hacerlo mientras que podemos pasarnos un buen rato charlando.

No hables por el móvil mientras conduces. Además de estar prohibido, es realmente peligroso. Si no te queda más remedio, para el coche y realiza o atiende la llamada.

 

Exceso de confianza

Según varios estudios las mujeres tienden a ser más precavidas a la hora de conducir, al contrario que ellos, que suelen hacerlo de forma más agresiva. Sin embargo, una hora de atasco a la salida del trabajo puede transformarte en una leona al volante. Sobrestimar tus capacidades al conducir puede derivar en pequeñas (pero fastidiosas) colisiones o accidentes más graves. No permitas que tu humor influya en tu forma de conducción ni dejes de estar alerta en todo momento.
 

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Conducir con sueño

La mayoría de los padres conducen con cansancio o sueño. Nada sorprendente teniendo en cuenta las pocas horas de descanso con las que cuentan, especialmente si su bebé aún tiene menos de 5 meses. La falta de atención interviene en casi la tercera parte de los accidentes, según la Dirección General de Tráfico (DGT). Por ello no debes menospreciar lo que la falta de descanso puede llegar a provocar durante la conducción.

Siempre que sea posible duerme lo necesario por la noche. Las horas requeridas dependen de cada persona, pero por regla general una media de 7 a 9 horas de sueño es suficiente para empezar el día en óptimas condiciones.

Procura no conducir en las horas de más sopor: la noche y después de comer.
Antes de un viaje largo duerme lo suficiente o échate una siesta. Una taza de café puede espabilarte durante un corto periodo de tiempo, pero no te ayudará a concentrarte y estar alerta.

En caso de fatiga la DGT recomienda:

- Interrumpir el viaje cada 200 km o cada 2 horas, para descansar y romper con la monotonía.

- Tener la ventilación adecuada.

- Realizar comidas ligeras

- Beber líquido de forma frecuente y refrescarse la cara y cuello con agua fría.


Velocidad inadecuada del automóvil

Son las 5.30 de la tarde y aún estás a 20 minutos en coche de la guardería. No es la primera vez que llegas tarde a recoger a tu pequeño y tienes que soportar cabizbaja la cara de pocos amigos de la cuidadora y el gesto de decepción de tu bebé, si no está llorando ya. ¿Qué haces? Pues sin pensarlo pisar a fondo el acelerador para tratar de llegar lo menos tarde posible.

¿Sabías que el 20% de los accidentes en carretera se produce como consecuencia de una velocidad inadecuada? Las vías urbanas tampoco están exentas y los datos de la DGT elevan a más de 5.000 los accidentes en los que la velocidad ha sido la causa principal en el año 2005.

No debes olvidar que a mayor velocidad mayor será la distancia de frenado. La mayoría de las veces no somos conscientes de la distancia de detención del coche (distancia de reacción + distancia de frenado). Para cerciorarte de que mantienes la distancia de seguridad, utiliza el truco de los 3 segundos, de día y en condiciones meteorológicas óptimas: elige un punto fijo más allá del coche que llevas delante. Después de que el coche haya alcanzado el punto, cuenta: mil ciento uno, mil ciento dos, mil ciento tres. Si llegas al punto fijo antes de terminar de contar, significa que vas demasiado cerca.



Picotear mientras se conduce 

Probablemente el único bocado que tomas habitualmente hasta la hora de comer sea un café para llevar y unas galletas que picoteas de la caja mientras llevas a tus hijos a la guardería.

Has de saber que cuando miras la comida durante un segundo, estás dejando de prestar atención a lo que tienes en frente de ti en la carretera y en tan sólo unos segundos puede producirse un accidente. Si no te queda más remedio que comer en el tiempo en el que estás en el coche, resérvalo para cuando estés aparcada o esperando un semáforo.
 

Atender a los niños en la conducción

¿Cómo manejarías estas situaciones críticas?

1. El claxon de un coche despierta a tu bebé, que comienza a llorar. Estás aún a 15 minutos de casa. ¿Qué haces?

a. Cantas todas las nanas que conoces hasta que se te acaba el repertorio, después te las inventas hasta llegar a casa.

b. Le acercas el dedo meñique de tu mano derecha para que lo chupe, sin soltar el volante con la mano izquierda.

c. Aparcas en el primer sitio que puedes y le das el pecho tratando de que se calme.

2. Tú y tu hijo estáis llevando a su amiguito a casa después de una tarde de juegos juntos. De repente te das cuenta de que su amigo está vaciando el contenido del zumo sobre tu hijo. Tú:

a. Colocas el espejo retrovisor de forma que puedas verles y le regañas enérgicamente para que no lo vuelva a hacer.

b. En el primer semáforo te das la vuelta para quitarles el zumo y evitar una venganza por parte de tu hijo.

c. Les gritas que paren inmediatamente y coges el zumo decididamente dándote la vuelta. Cuanto antes lo hagas menos desastre ocasionarán.

1. a y b son seguras. Si tu hijo está llorando pero sabes que está bien y sólo tiene hambre, sigue conduciendo hasta casa. Si quieres comprobar lo que le ocurre o darle de comer para que se calme, para en la siguiente gasolinera o en otro lugar seguro y atiéndele.

2. Sólo la respuesta b es segura. ¿Por qué? Si cambias el retrovisor para vigilar el asiento trasero, no sólo no tienes visión de los coches que vienen por detrás sino que tampoco estarás atenta a lo que ocurre en frente, ya que estarás pendiente de mirar a los niños por el espejo. Y por supuesto nunca debes girarte hacia atrás.
 

No hacer las revisiones necesarias al coche

Para que el coche cuide de tu seguridad debes cuidar tú también de él. Efectuar una puesta a punto periódicamente puede ser vital.

Un deficiente estado del vehículo fue la causa de casi 12.000 accidentes con víctimas en el año 2005, según datos de la DGT. No olvides pasar la ITV cuando le corresponda (recuerda que los turismos deben hacerla por primera vez a los 4 años. A partir de entonces la revisión será bienal, hasta los 10 años, en que deberá realizarse anualmente).

 

Medidas adicionales de seguridad en el automóvil

- Comprueba la presión de las ruedas al menos una vez al mes, aunque no está de más acostumbrarte a echarles un vistazo cada vez que repostes. Si están bajas ínflalas siguiendo las indicaciones del fabricante. Unos neumáticos deshinchados pueden ser causa de numerosos percances, además de gastarse antes y de hacerlo de forma irregular.

- Examina también el dibujo de los neumáticos. El límite legal es 1,6 mm de profundidad, pero es aconsejable no esperar a llegar a los 2 mm. Cuando se pasa este límite las ruedas pierden eficacia. La falta de adherencia puede provocar que pierdas el control del vehículo, especialmente al frenar, incrementándose el riesgo de sufrir patinazos. Un truco para comprobar el estado del neumático de forma rápida es colocar una moneda de 1 euro en el fondo del canal de drenaje o dibujo, si puedes ver las estrellas de la parte dorada es necesario cambiar las ruedas.

- Cambia el aceite cada 10.000-15.000 km.
 

 

 

 


Fuente:

Dirección General de Tráfico. 

Fecha de actualización: 18-05-2020

Redacción: Lola García-Amado

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