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Vitamina K en el recién nacido

Vitamina K en el recién nacido

A todos los recién nacidos se les administra nada más nacer una inyección de vitamina K intramuscular. ¿Sabes por qué?

 

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Índice

 

¿Qué es la vitamina K?

Cuando nacen, los bebés tienen niveles muy bajos de vitamina K, esencial para el buen funcionamiento del sistema de coagulación.

Esta vitamina no se traspasa fácilmente a través de la placenta. Además, en adultos, la vitamina K que tenemos proviene de la dieta y la síntesis de las bacterias que hay en el intestino. Pero los nenonatos todavía no tienen bacterias en el intestino, por lo que no pueden producir la vitamina K.

Hasta que el bebé no empieza a comer alimentos sólidos, en torno a los 6 meses de edad, no dispone de una cantidad suficiente de vitamina K fabricada por su cuerpo de forma natural. Y la lactancia materna tampoco transmite una cantidad suficiente de vitamina K a través de la leche materna para protegerlos de la hemorragia por deficiencia de vitamina K.
 

¿Por qué se administra vitamina K al recién nacido?

Si no se administrara esta inyección de medicina preventiva, el bebé podría presentar hemorragias espontáneas en los primeros 14 días de vida, con el riesgo que esto conlleva. Incluso podría sufrir un sangrado tardío, pasada la semana 2 y hasta los 6 meses de vida.

Los recién nacidos que no reciben una inyección de vitamina K tienen una probabilidad 81 veces mayor de presentar un sangrado grave, en comparación con aquellos a quienes sí se la aplican. Por eso, se aplica a todos los bebés, ya que es imposible saber cuáles pueden desarrollar sangrados y cuáles no.

El riesgo no se limita tan solo a los primeros 7 u 8 días de vida, puede alargarse hasta los 6 meses, y el sangrado por deficiencia de vitamina K no ocurre únicamente en bebés que han tenido un nacimiento difícil.

Este tipo de sangrado es más frecuente en el área del ombligo, el tracto gastrointestinal o las membranas mucosas; aunque puede presentarse en otras zonas. Todos estos sangrados son peligrosos, pero lo es sobre todo si se presenta como un sangrado intracraneal ya que puede derivar en lesiones cerebrales o, incluso, la muerte.

Si bien es cierto que el síndrome de hemorragia por déficit de vitamina K es muy raro, al ser tan grave se administra a todos los recién nacidos una dosis de esta inyección intramuscular que previene las hemorragias posteriores. Asimismo, hay que tener en cuenta que es muy raro en los países donde se administra vitamina K, pero no así en los que nos e hace, donde se reportan más casos.

Por eso, se administra por vía intramuscular, la forma más efectiva ya que por vía oral habría que darla durante más tiempo y no sabe a ciencia cierta cuál es la asimilación por parte del organismo.

No tiene efectos secundarios, tan solo el dolor momentáneo del pinchazo. Para aliviar este dolor se puede poner al neonato al pecho en el momento del pinchazo.
 

¿Y si no le pongo esta inyección a mi bebé?

Los bebés que no tienen suficiente vitamina K no pueden formar coágulos para detener el sangrado y pueden sangrar en cualquier parte del cuerpo. Si la hemorragia se produce en el cerebro puede causar daños permanentes o incluso la muerte. Muchos de los bebés necesitan transfusiones de sangre, y algunos necesitan operaciones. Por eso, no lo dudes y deja que el profesional de pediatría administre la vitamina K a tu bebé al nacer.
 

¿Tienes riesgos la inyección de vitamina K?

Los riesgos de la inyección de vitamina K son los mismos que hay al aplicarse la mayoría de inyecciones: dolor local, aparición de un moretón o hinchazón en el lugar donde se aplicó la inyección. Se han reportado unos pocos casos donde se ha formado una cicatriz en el lugar de la inyección y solo un único caso de reacción alérgica en un bebé, por lo cual esto es extremadamente raro.

En ocasiones se han escuchado bulos sobre que la vacuna o sus ingredientes pueden causar cáncer u otros problemas de salud, pero es totalmente falso.

En algunos países de Europa se permite a las familias escoger una forma de vía oral de administrar la vitamina K a sus bebés. Pero se trata de una forma mucho menos eficaz que la inyectable para prevenir las hemorragias, sobre todo en el cerebro.


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