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Síndrome del bebé sacudido

Síndrome del bebé sacudido

Se trata de una enfermedad muy severa, poco común, que ocurre a aquellos niños muy pequeños que son zarandeados brusca y repetitivamente por sus cuidadores. El cerebro de estos bebés, aún débil y poco desarrollado, no soporta las sacudidas, viéndose gravemente dañado por ellas. No obstante, no conviene alarmarse puesto que no hay riesgo de provocarlo por dar saltos suaves con el pequeño, balancearlo, lanzarlo al aire con cuidado o cargar con él trotando

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Indice

 

¿Qué es el síndrome del bebé sacudido?

Bajo este nombre y sus derivados (síndrome del bebé zarandeado, golpeado, traumatismo craneal por maltrato, síndrome de impacto por sacudida, lesiones en la cabeza infligidas o síndrome de hiperextensión cervical), se esconde una forma severa de lesión cerebral que en la mayoría de los casos es provocada al niño por sus padres o cuidadores, muchas veces de forma accidental. Aunque es común en los bebés maltratados, también puede darse en niños menores de un año que son sacudidos con frecuencia por sus padres intentando que dejen de llorar.

Los niños excesivamente llorones llegan a desesperar a sus cuidadores, y éstos, cuando ya no saben qué hacer para lograr que se calmen, nerviosos y frustrados, terminan por zarandear al niño repetitivamente, causándole un traumatismo craneoencefálico.

Las lesiones tienen más probabilidades de suceder si el niño es sacudido y después su cabeza golpea algo, incluso si es un objeto suave como un colchón. Hay que tener en cuenta que los cerebros de los bebés son más blanditos, sus ligamentos y los músculos del cuello son débiles y aún no están totalmente formados, y sus cabezas son grandes y pesadas en comparación con el resto del cuerpo.

Cuando se sacude a un niño pequeño, el cráneo frágil y flexible aún no está lo suficientemente fortalecido como para absorber mucha de esta fuerza, la cual se transmite así al cerebro y luego rebota contra el cráneo, ocasionando contusión cerebral, hinchazón, presión y sangrado (hemorragia intracerebral).

Esta enfermedad no se ocasiona por dar saltos suaves con él, balancearlo mientras se juega o se le duerme, levantarlo en el aire o trotar con él al cargarlo. Tampoco si se tiene un accidente, como caerse de una silla o de los brazos de alguien. Las caídas pequeñas pueden ocasionar otro tipo de daños, pero no este cuadro patológico. El síndrome del bebé sacudido sólo se provoca cuando se le zarandea bruscamente repetidas veces.

 

Señales y síntomas del síndrome del bebé sacudido

• Convulsiones (crisis epiléptica).

• Disminución de la lucidez mental.

• Irritabilidad extrema u otros cambios en el comportamiento.

• Letargo, adormecimiento, ausencia de sonrisa.

• Pérdida del conocimiento.

• Pérdida de la visión.

• Paro respiratorio.

• Piel pálida o azulada.

• Alimentación deficiente, falta de apetito.

• Vómitos.

Sin embargo, no siempre se acompaña de signos físicos como hematomas, sangrado o hinchazón. En ocasiones es difícil de diagnosticar.

Las consecuencias de este síndrome son muy graves para la salud: desde las formas más leves que causan dificultades en el aprendizaje, hasta las más graves que provocan lesión cerebral, parálisis, ceguera e incluso la muerte.
 

Factores de riesgo del síndrome de bebé sacudido

Las siguientes cosas pueden aumentar la probabilidad de que los padres o las personas responsables del cuidado bebé lo sacudan con violencia

- Expectativas poco realistas acerca de los bebés

- Ser padres jóvenes o solteros

- Estrés

- Violencia doméstica

- Abuso de alcohol o de sustancias

- Situaciones familiares inestables

- Depresión

- Antecedentes de maltrato en la infancia

Además, los hombres son más propensos a provocar este síndrome que las mujeres.
 

Prevención y tratamiento del síndrome

Aunque no siempre haya tratamiento posible, el éxito de éste depende en gran medida del daño causado y de la rapidez con la que se descubra esta patología. Por eso, si se sospecha que un niño ha sido sacudido bruscamente y se le han podido provocar lesiones, es necesario acudir urgentemente al médico para que se le evalúe.

El diagnóstico se puede hacer mediante un examen óseo, examen ocular, análisis de sangre, resonancia magnética del cerebro, tac cerebral para evaluar lesiones, tec.

El tratamiento de urgencia para un niño que ha sido sacudido puede consistir en asistencia respiratoria y cirugía para detener el sangrado en el cerebro.

Además, para evitar que se llegue a esta situación, es importante no zarandear nunca al niño con fuerza, por muy nerviosos que nos pongan sus llantos. Tampoco se le debe cargar durante una discusión con una tercera persona, puesto que la tensión del momento se puede transmitir al bebé.

Si tu niño te desespera, lo mejor es dejarle en su cuna o su carrito, aunque siga llorando, y calmarse antes de volver a cogerlo.
 

Complicaciones del síndrome del bebé sacudido

- Pérdida de la visión parcial o total

- Retrasos en el desarrollo, problemas de aprendizaje o de conducta

- Discapacidad intelectual

- Trastornos convulsivos

- Parálisis cerebral infantil

- Muerte


Fuente:

Blog EnFamilia de la AEP: "Síndrome del niño zarandeado", https://enfamilia.aeped.es/prevencion/sindrome-nino-zarandeado

Fecha de actualización: 29-04-2021

Redacción: Irene García

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