Grasa parda en el recién nacido
Mientras el feto está en el útero de su madre no necesita regular su temperatura corporal ya que no está sometido a variaciones de temperatura, el cuerpo de su mamá siempre está igual. Pero en el momento en el que nace necesita empezar a termorregular su calor, para lo cual cuenta con la grasa parda.
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¿Para qué sirve la grasa parda?
La piel del recién nacido es muy fina, con el panículo adiposo (la capa subcutánea de grasa que aísla del frío y del calor) más pequeño y con los vasos sanguíneos muy próximos a la piel, lo que favorece la pérdida de calor. Asimismo, el niño pasa de estar calentito dentro de su madre al frío de la sala de partos.
Además de poner al bebé piel con piel con su madre o su padre cuanto antes para evitar que pierda calor, los recién nacidos tienen una manera especial de regular su temperatura: la grasa parda. Es un tejido graso especial que produce una gran cantidad de calor a través de diversas reacciones químicas. Se encuentra en diversas partes del bebé y, al metabolizarse, pasa a los vasos sanguíneos.
Supone un 5% de la masa corporal del bebé y suele disminuir hacia el tercer mes de vida.
Al activarse, este tipo de grasa -también llamada tejido adiposo marrón- genera calor para ayudar a mantener la temperatura corporal. Y para producir ese calor la grasa parda usa como "combustible" la grasa corporal normal o blanca, que es la más común.
Diferencias entre la grasa parda y la grasa blanca
La grasa blanca es la mayoritaria, supone el 20-25% del peso del cuerpo y es un reservorio de energía, una acumulación de ácidos grasos que se metabolizan cuando necesitamos extraer energía de los alimentos para pasárselo a las células, por lo que sirve sobre todo para extraer nutrientes. La grasa blanca se acumula principalmente las caderas y los glúteos en las mujeres y el abdomen en los hombres.
La grasa parda contiene muchas más mitocondrias que la blanca, de ahí su distintivo color marrón. Esas mitocondrias son los "motores" con los que queman calorías para producir calor.
Los recién nacidos tienen más grasa parda que los adultos ya que nacen con reservas localizadas sobre todo alrededor de las arterias renales, del mediastino, de las arterias carótidas, del tiroides y en la zona axilar.
Hasta hace pocos años se creía que esa grasa desaparecía al crecer, pero se ha comprobado que su presencia decrece con la edad, pero los adultos siguen teniendo grasa parda o marrón y es metabólicamente activa.
Sin embargo, no es una grasa que cause gordura, ya que su presencia se encuentra en cantidades muy pequeñas comparada con la grasa blanca.
Como decíamos, su labor principal es proporcionar calor al organismo, por eso este tipo de grasa es muy abundante en aquellos animales que hibernan.
Fuente:
Manual de Cuidados N.N. John Clohedy Ann R. Stark. Cap.12 “Control de la temperatura” tercera edición 159-163.
Fecha de actualización: 26-05-2021
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