¿Es bueno el eucalipto para el catarro del bebé?

Índice

• Síntomas de los resfriados
• ¿Puedo hacer vahos de eucalipto al bebé?
• Contraindicaciones del eucalipto

 

Síntomas de los resfriados

Los resfriados son muy habituales en otoño y en invierno en todas las personas, pero más aún en los bebés debido a que su sistema inmunitario no está totalmente desarrollado y a que se llevan a la boca todo lo que cogen, pudiendo contagiarse fácilmente de las secreciones de otro bebé enfermo.

Los resfriados o catarros comunes no son una enfermedad grave, pero sí muy molesta cuyos síntomas principales en bebés son congestión nasal, estornudos, dolor de garganta, tos, moqueo y, en algunos casos, fiebre. No existen medicamentos que ayuden a curar el resfriado, ya que está causado por un virus, por lo que el pediatra suele indicar medidas de alivio como ofrecer muchos líquidos al pequeño, acostarle ligeramente elevado para que duerma mejor, procurar que descanse, hacerle lavados nasales con agua de mar o suero, etc.
 

¿Puedo hacer vahos de eucalipto al bebé?

Un remedio natural muy usado entre los adultos para tratar la congestión nasal y la tos son los vahos con plantas como el eucalipto o el mentol. Y es que el eucalipto es una planta curativa con muchas propiedades curativas, especialmente relacionadas con las enfermedades de las vías respiratorias, como la gripe o los catarros. Esto se debe a que las hojas de esta planta tienen propiedades antiinflamatorias, antibacterianas, expectorantes y antimicrobianas. Por eso, ayuda a reducir la inflamación de la nariz y de las vías respiratorias y mejorar la respiración, contribuye a luchar contras los virus que provocan la bronquitis, la sinusitis o los resfriados y, gracias al eucaliptol de las hojas (un aceite esencial), fluidifica las secreciones pulmonares y favorece la expulsión de las flemas, evitando la tos.

El eucalipto suele usarse en forma de vahos, es decir, se echan unas cuantas hojas o unas gotas de aceite esencial a una olla con agua hirviendo y se inhalan sus vapores durante unos minutos, tapándose la cabeza con una toalla. También puede echarse aceite esencial de eucalipto en un humidificador para que exhale sus propiedades a la habitación.

Otra opción es tomar infusiones de eucalipto por la noche o realizarse masajes en el pecho con aceite esencial de eucalipto. Incluso puede colocarse como un cataplasma en el pecho. Eso ayuda a despejar la nariz, respirar mejor y tener menos tos.
 

Contraindicaciones del eucalipto

El problema del eucalipto es que no es recomendable para todo el mundo. Por ejemplo, no deben consumirlo las personas con problemas digestivos, hepáticos o biliares puesto que el eucalipto puede interferir con sus tratamientos médicos. Tampoco se recomienda durante el embarazo o la lactancia, pues puede ser malo para el bebé, sobre todo usado en forma de aceite esencial.

En cuanto a los vahos, lo cierto es que los tratamientos con humedad en general son un poco contradictorios en el ámbito médico y, aunque llevan usándose toda la vida para tratar enfermedades respiratorias, no siempre es bueno y, en algunos casos, puede resecar más o agravar enfermedades previas como alergias o asma. Por eso, tampoco se recomiendan los vahos con eucalipto ni mentol en personas asmáticas o con ciertos problemas respiratorios.

En general, los pediatras recomiendan no usar plantas ni aceites esenciales en el humidificador antes de los 2 años. Consulta a tu pediatra qué tratamientos son mejores para tu bebé si está resfriado y si puede usar un humidificador o no porque, como hemos dicho, una mayor humedad no siempre es buena.

Una vez tu hijo cumpla los dos años puedes colocar una olla de agua hirviendo con eucalipto en su habitación o colar el agua hervida con las hojas y darle un baño con ella por el pecho, la espalda y la nariz.

Para hacer vahos inhalando es mejor que sea un poco mayor para evitar que se queme o se produzca algún accidente con el agua caliente. Y recuerda consultar siempre a tu pediatra la conveniencia o no de los vahos y del eucalipto ya que, como hemos dicho, puede ser perjudicial en ciertos casos, como en personas con asma o bronquitis.