• Buscar

Bronquiolitis en lactantes

Bronquiolitis en lactantes

Desde septiembre a abril el brote estacional del virus respiratorio sincitial (VRS) es la causa más común de hospitalización en niños. Los bebés prematuros, los niños nacidos con cardiopatías y los bebés con enfermedad pulmonar crónica son los que sufren más riesgos ante el VRS, causante de la bronquiolitis.

Publicidad

Indice

 

¿Qué es la bronquiolitis?

La bronquiolitis es una enfermedad infecciosa del aparato respiratorio causada en la mayoría de los casos por una infección del virus respiratorio sincitial (VRS), un virus respiratorio estacional ubicuo que afecta a muchos lactantes y niños menores de dos años. Según datos de la Sociedad Española de Neonatología (SEN), cada año se producen cerca de 25.000 consultas de urgencias y 15.000 hospitalizaciones de niños por culpa del VRS.

Otros virus que pueden causar la bronquiolitis pueden ser adenovirus, influenza o parainfluenza.

Esta enfermedad produce una infección en los bronquiolos de los pulmones que obstruye el paso del aire y dificulta la respiración. El problema de esta patología es que muchas veces no se diagnostica correctamente y se confunde con un catarro, ya que muchos de sus síntomas en un primer momento -fiebre, tos, moqueo nasal, dificultad para respirar, pitidos en el pecho- se confunden con esta otra enfermedad.

Los síntomas incluyen:

- Piel azul debido a la falta de oxígeno (cianosis)

- Dificultad respiratoria o disnea, que incluye sibilancias y falta de aliento

- Tos

- Fatiga

- Fiebre

- Los músculos alrededor de las costillas se hunden a medida que el niño trata de inhalar (llamado tiraje)

- Las fosas nasales del bebé se ensanchan al respirar

- Respiración rápida (taquipnea)

El diagnóstico se efectúa por la clínica, aunque se pueden realizar ciertas pruebas para comprobar la saturación de oxígeno y el estado de los pulmones. 

Asimismo, hay que tener en cuenta que el tratamiento de la bronquiolitis en pediatría no está bien determinado, existen numerosas armas terapeúticas frente a ella, pero de momento el tratamiento se basa en medidas de sostén tales como una adecuada hidratación, lavado de fosas nasales, fraccionar las tomas y antitérmicos.

Cuando la infección es más grave y necesita ingreso hospitalario, entonces se utilizan medicamentos broncodilatadores como salbutamol o adrenalina, si bien solamente son eficaces en algunos subgrupos de pacientes, no en todos los lactantes. Los corticoides, tanto inhalados como por vía oral o parenteral, no son eficaces en el tratamiento de esta enfermedad y por tanto no se deben usar de rutina en los pacientes diagnosticados de bronquiolitis.

En algunos casos de hospitalización, será necesario recurrir a la alimetación mediante sonda nasogástrica o por vía. La corrección de la hipoxia es el principal objetivo del tratamiento. Para ello hay que aportar oxígeno mediante gafas nasales o mascarillas faciales, con el fin de disminuir el trabajo respiratorio y mantener saturaciones de oxígeno adecuadas.

 

Articulo relacionado: Apófisis xifoides en bebés

Precaución desde septiembre

Durante los últimos años se ha descrito un incremento del brote epidémico durante el mes de septiembre, adelantándose un mes en relación a lo que se venía registrando con anterioridad (octubre). Según los datos del  estudio “Bronchiolitis due to respiratory syncytial virus in hospitalized children: a study of seasonal rhythm”, la epidemia anual de la bronquiolitis causada por el virus respiratorio sincitial comienza a expandirse a partir del mes de septiembre.

La investigación ha examinado el ritmo epidemiológico de la bronquiolitis, determinando que el momento de inicio de la epidemia correspondió en el 45% de los 11 años estudiados al mes de septiembre. Durante el otoño – invierno  siguen apareciendo casos de este tipo de infección, que llegan a prolongarse hasta el mes de marzo e incluso abril.

El VRS es uno de los agentes infecciosos de mayor importancia en la población pediátrica, y representa la causa más frecuente de hospitalización en lactantes y niños pequeños.

Suele aparecer en epidemias, principalmente en los menores de 18 meses de edad, con incidencia máxima en lactantes menores de 6 meses. Aproximadamente 2 de cada 3 bebés se infectan durante su primer año de vida, y 9 de cada 10 se infectan una o varias veces antes de los 2 años. Por su elevada capacidad de contagio y su potencial morbimortalidad en niños de alto riesgo, los especialistas consideran prioritaria la necesidad de abordar de manera preventiva el VRS.

 

Bebés de riesgo

Los bebés prematuros, los niños nacidos con cardiopatías y los bebés con enfermedad pulmonar crónica como el asma son pacientes de riesgo. Estos prematuros son los más vulnerables debido a la anatomía de sus vías respiratorias, menos desarrolladas, e inmunidad celular insuficiente. Si bien en personas adultas y niños el contagio del virus puede producir un simple catarro, en estos bebés puede originar infecciones graves como bronquiolitis, bronquitis o neumonías. Esto conlleva un mayor número de ingresos hospitalarios y un mayor requerimiento de asistencia respiratoria.

El tratamiento en ellos básicamente es similar, si bien es necesario incidir más en las medidas de profilaxis.

 

Prevención de la bronquiolitis

Las únicas vías para prevenir la infección son las medidas higiénicas y la profilaxis con medicamentos específicos. En cuanto a las primeras, cabe destacar un decálogo de recomendaciones que pueden ayudar a prevenir la transmisión del virus al bebé:

1. Lavarse las manos con frecuencia antes de tocar al niño.

Articulo relacionado: Síntomas en bebés del asma

2. No permitir que se fume cerca del bebé y preservarlo de los ambientes cargados.

3. Evitar que el niño esté en contacto con otros bebés enfermos.

4. Acostarlo en una habitación individual, separado de otros hermanos.

5. Evitar mantener al bebé en lugares cerrados con gran concentración de

personas.

6. Impedir el contacto con personas con síntomas de fiebre o enfermedad respiratoria.

7. No utilizar juguetes u objetos que hayan sido tocados por niños enfermos.

8. Lavar bien los platos y biberones.

9. No dejar al alcance del bebé pañuelos usados.

10. No emplear en los niños el mismo material de higiene de los mayores.

11. Mantener la lactancia materna todo el tiempo posible ya que fortalece su sistema inmunitario. 

En los niños que pertenecen a los grupos de riesgo de salud (cardiopatías, displasia broncopulmonar y prematuridad) se deben extremar las medidas de prevención en medicina, así es conveniente evitar los lugares públicos muy concurridos, la escolarización temprana y la exposición al humo del tabaco.

Existe además una medida de prevención pasiva indicada en los lactantes pertenecientes a los grupos de riesgo, que es la administración mensual por vía intramuscular de palivizumab, una serie de anticuerpos monoclonales dirigidos frente al virus respiratorio sincitial y que ha demostrado ser una medida eficaz en la prevención de la infección en estos pacientes.


Fuentes:

Doctora Rosa Rodríguez, Infectóloga Pediátrica del Hospital Gregorio Marañón de Madrid.

Medline plus, "Bronquiolitis", https://medlineplus.gov/spanish/ency/article/000975.htm

SEN http://www.sen.es/

Fecha de actualización: 14-05-2021

Redacción: Irene García

Publicidad
Publicidad

TodoPapás es una web de divulgación e información. Como tal, todos los artículos son redactados y revisados concienzudamentepero es posible que puedan contener algún error o que no recojan todos los enfoques sobre una materia. Por ello, la web nosustituye una opinión o prescripción médica. Ante cualquier duda sobre tu salud o la de tu familia es recomendable acudir a unaconsulta médica para que pueda evaluar la situación en particular y, eventualmente, prescribir el tratamiento que sea preciso.Señalar a todos los efectos legales que la información recogida en la web podría ser incompleta, errónea o incorrecta, yen ningún caso supone ninguna relación contractual ni de ninguna índole.

×