¿A qué edad bajan los testículos?

Índice

• ¿Cuándo descienden los testísculos del bebé?
• ¿Qué ocurre si, tras un año, aún no le han descendido los testículos?
• Tipos de criptorquidia

 

¿Cuándo descienden los testísculos del bebé?

Los testículos son los órganos glandulares que se encargan de producir el semen y las hormonas masculinas como la testosterona. Se encuentran en el área perineal, justo detrás del pene, en el interior del escroto, el cual se encarga de mantener los testículos a 1.3º C menos que el resto de la temperatura corporal para poder producir el esperma.

Normalmente, cuando un bebé nace sin testículos descendidos, estos bajarán durante los 6 o 9 meses siguientes, pero, aunque no sea una condición grave, suele preocupar mucho a los padres. Si el descenso no ocurre en ese momento, es importante que el bebé reciba tratamiento de medicina. Los testículos fabrican y almacenan el esperma, de modo que en el caso de que no desciendan, podrían sufrir daños y afectar a la fertilidad de cara al futuro, o causar otros problemas médicos.

En 7 de cada 10 bebés con este caso, los testículos bajarán a su posición correcta durante los primeros seis meses. Y en los niños prematuros puede darse durante su primer año de vida. Si los testículos del niño no han bajado en ese tiempo, es importante que se hable con el médico sobre las opciones de tratamiento.
 

¿Qué ocurre si, tras un año, aún no le han descendido los testículos?

En algunos bebés puede ocurrir que uno o ambos testículos no bajen de manera normal. Los testículos no descendidos pueden estar en la zona de la ingle, o quedarse en el abdomen. Estos pueden estar sanos y funcionar normalmente, aunque también puede ocurrir que los testículos no descendidos no se desarrollen correctamente y no funcionen como deben.

Algunos niños pueden tener testículos retráctiles. Se trata de una afección normal en la cual los testículos se encuentran fuera del escroto, lo que plantea la duda de que se pueda tratar de un testículo no descendido. Los testículos retráctiles pueden ser confundidos con los no descendidos, puesto que uno retráctil podría ocultarse en la ingle. Sin embargo, puede regresar a su posición natural. Los testículos suelen estar dentro del escroto, pero a veces se retraen temporalmente o retroceden hacia la ingle. Un testículo retráctil no requiere tratamiento porque se trata de algo completamente normal.

La enfermedad por la que al niño le falta al menos uno de los testículos en el escroto recibe el nombre de criptorquidia. Esta malformación congénita afecta aproximadamente a un 3% de los bebés y sobre todo a los prematuros pues, al descender los testículos en la fase final de la gestación, si el parto se adelanta, puede que no se desarrollen por completo. En la mayoría de los casos, alrededor de un 85%, es unilateral, es decir, solo falta uno, pero también puede producirse de forma bilateral, es decir, que falten los dos. Un niño puede nacer con criptorquidia y que se solucione por sí solo durante sus primeros meses de vida, pero, aunque la criptorquidia puede aparecer de forma aislada, puede estar asociada con problemas generales de salud de tipo genético y endocrinológico. Y puede formar parte del llamado síndrome de disgenesia testicular, que incluye además hipospadias, infertilidad y cáncer testicular.

Para realizar el diagnóstico de la criptorquidia, el médico debe hacer un examen físico al niño. La mayoría de los testículos no descendidos se pueden localizar o "palpar" en un examen hecho por el médico del niño. En una cantidad reducida de niños, el testículo puede no estar donde debería estar, y puede parecer que falta. En algunos de estos casos, el testículo podría estar dentro del abdomen.

En cuanto al tratamiento, puede incluir inyecciones de hormonas (B-HCG o testosterona) para tratar de llevar el testículo hacia el escroto o cirugía (orquiopexia) para llevar el testículo hacia el escroto. La cirugía es la elección más habitual ya que puede prevenir el daño a los testículos y evitar la esterilidad. 
 

Tipos de criptorquidia

- Testículo ectópico: esto ocurre cuando el testículo se encuentra fuera del trayecto normal del descenso. En estos casos, y siempre que sea posible, la mejor opción es la cirugía. Sobre si se debe realizar la cirugía en el primer año de vida hay cierta indecisión ya que el testículo podría bajar por él mismo, pero es durante este periodo cuando la cirugía es más eficaz puesto que evita futuras consecuencias que puedan afectar a su fertilidad o el desarrollo de cáncer testicular.

- Testículos no descendidos congénitos: se trata de aquellos que están fuera de la bolsa escrotal desde el nacimiento, en algún lugar del trayecto abdominal. Estos pueden ser palpables o no.

Los testículos no descendidos, al estar más altos en el cuerpo de la persona, están a una temperatura más elevada de la habitual y, como hemos dicho antes, los testículos necesitan estar por debajo de la temperatura corporal ordinaria para poder producir el esperma. La temperatura más elevada puede inhibir el desarrollo normal del testículo, así como su capacidad para fabricar esperma en el futuro, lo que puede evolucionar a esterilidad.

Además, en un testículo no descendido es más probable que se formen tumores, y es más susceptible a sufrir lesiones o torsión testicular que un testículo que ha descendido con normalidad.

- Testículo realmente ausente: ocurre cuando no es posible encontrarlo incluso tras el empleo de las pruebas complementarias y de la cirugía. En los casos en los que haya falta de uno de los testículos se puede recurrir a las prótesis testiculares de solución salina para el escroto, que se pueden implantar durante el final de la niñez o la adolescencia. Estas prótesis le otorgan una apariencia normal al escroto. En el caso de que falten los dos testículos, el médico podría derivar a un especialista endocrinólogo para futuros tratamientos hormonales que serían necesarios para que pudiese tener un normal desarrollo de su pubertad y madurez física.