El olfato, un sentido clave en los primeros meses del bebé

Indice

• El papel del olfato
• El olfato es decisivo en la lactancia
• Impulsor del vínculo madre-hijo y calmante

 

El papel del olfato

Entre todos nuestros sentidos, el del olfato es a veces uno de los olvidados. A lo largo de los años, los humanos hemos ido perdiendo el instinto que conservan otros animales para guiarse por los olores… ¿O no?

Son diferentes los estudios que apuntan a que los olores tienen más influencia en, por ejemplo, nuestro estado de ánimo, de la que podemos pensar. Y también parece ser un sentido decisivo para los recién nacidos.

Los bebés nacen con un sentido del olfato muy desarrollado, que poco a poco, a medida que el resto de sentidos (vista, oído…) y la capacidad motriz se van desarrollando, va perdiendo esa relevancia.

 

El olfato es decisivo en la lactancia

Al poco de nacer, el olfato resulta un componente muy importante para la alimentación del recién nacido. Y es que el olor distintivo de la madre y de su leche permite que los bebés reconozcan esa madre y esa leche como suya, algo especialmente importante en las primeras tomas de pecho. Así lo ha demostrado un estudio llevado a cabo por el Wellcome Trust Sanger Institute.

Como revelaron los científicos de este instituto británico, los mamíferos empiezan a mamar a través de un mecanismo de respuesta basado en el aprendizaje de una combinación de olores de su madre. Todos los mamíferos se ven expuestos al líquido amniótico de la madre y a otros aromas al nacer, por lo que después responden a estos mismos olores, que detectan en su madre.

Esto es más crucial de los que podemos pensar. Las personas, al igual que el resto de mamíferos, necesitamos empezar a alimentarnos (es decir, mamar) poco después del parto. Así, se ha demostrado que una de las principales características que motivan y guían este instinto de mamar en los recién nacidos es la combinación única de olores de sus madres. El olor de su madre es, por así decirlo, el sello de garantía que les indica que se pueden alimentar.

 

Impulsor del vínculo madre-hijo y calmante

Pero el olor es, además de un componente decisivo en la alimentación de los bebés, un aspecto muy importante en la formación del vínculo madre-hijo. Los estudios han demostrado que ambos consideran el olor del otro como algo reconocible y reconfortante. De acuerdo a un estudio publicado en 2007 en la revista científica Journal of Perinatology, los bebés paran antes de llorar cuando son expuestos al olor de su madre. Y también se ha comprobado que el olor de la madre (ya sea en persona o a través de alguna tela u objeto con su olor) es un aspecto muy importante para que duerman bien.

Y en el caso de las madres, investigadores de la Universidad de Montreal han demostrado que el olor de sus bebés inicia el mismo mecanismo de recompensa en el cerebro de las madres que ocurre cuando comemos algo que nos gusta.