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¿Con cuántos meses puede volar un bebé?

¿Con cuántos meses puede volar un bebé?

¿Tu hijo acaba de nacer y ya tenéis que coger un avión? ¿Te da miedo si es muy pequeño para volar? ¿Le puede afectar el viaje?

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La edad óptima para que el bebé empiece a volar

Un bebé sano puede volar desde el primer día que le dan el alta del hospital. No obstante, es mejor esperar a que tenga al menos un mes para que el pequeño se haya hecho a su nueva vida fuera del útero y vosotros a su ritmo: que sepáis cuándo come, cómo dormirle, sus diferentes tipos de llanto… Así os será más sencillo descubrir si le pasa algo durante el vuelo o si está nervioso.

Eso siempre que hablemos de viajes cortos en la Península Ibérica, de unas 2 horas de duración como máximo. Si el vuelo es más largo, te aconsejamos que esperes un poco más, hasta que tenga unos 5-6 meses.

No obstante, esto son solo recomendaciones, si fuera sea necesario que la familia viaje, y si tu bebé está sano, puede volar en cualquier momento.

Los viajes en avión aumentan el riesgo de que los recién nacidos se contagien de enfermedades infecciosas. Además, los bebés prematuros, con enfermedades crónicas del corazón o de los pulmones, o con síntomas de enfermedades de las vías respiratorias superiores o inferiores pueden experimentar problemas debidos a los cambios del nivel de oxigeno del aire de la cabina. En estos casos, consulta a un experto en pediatría y medicina antes de volar.
 

¿Puede afectarle al bebé viajar en avión?

Los cambios de presión pueden causarle molestias en los oídos de manera más habitual que en los adultos ya que su trompa de Eustaquio es más estrecha y puede taponarse más fácilmente, provocando incomodidad y dolor.

La solución para esto es que el bebé succione, especialmente al despegar y aterrizar, por lo que puedes ponerle al pecho u ofrecerle el chupete.

También debes intentar que se respeten sus horarios de sueño y alimento para evitar que se ponga nervioso.

 

Consejos para un vuelo agradable con el bebé

- Los niños menores de dos años no pagan billete de avión por lo que no tienen derecho a asiento, pero sí que pagan el seguro de viaje, y llevan su tarjeta de embarque. Deben viajar encima de un adulto con un cinturón de seguridad especial que se adosa al del padre o la madre.

- Prepara con antelación todo lo que puedas necesitar durante el vuelo y llévalo en la bolsa de mano: pañales, toallitas, chupetes (varios por si se mancha alguno), mantita por si hace frío, biberón y leche si no le das el pecho, algún juguetito que le guste…

- Si tiene más de 4-5 meses y ya bebe agua, llévale también un biberón con agua y dáselo mientras aterrizáis y despegáis para evitar que el cambio de presión le afecte a los oídos.

- Los menores de 2 años no pagan billete, pero tampoco tienen asiento, así que deberá ir todo el rato en tu regazo. Si es posible, es mejor que viaje en un sistema de retención infantil, pregunta a tu compañía si tienen o puedes llevar la tuya, aunque tengas que pagar billete.

- Algunas compañías permiten colocar una cunita en la primera fila de asientos para que vaya el bebé tumbado. Consulta en la tuya y solicítalo si es posible, el pequeño irá mucho más cómodo.

- Elige un asiento cerca de la ventana para evitar golpes o caídas del pasillo.

- Trata de volar de noche para que pase más tiempo dormido.

- Vístele con ropa cómoda y lleva varias prendas por si se mancha o hace frío.

- No te pongas nerviosa, el bebé lo notará si estás tensa y le transmitirás esos nervios, pudiendo hacer el viaje más problemático.

- No te preocupes si llora, es normal en un bebé, el resto de pasajeros tendrán que aguantarse un poco. Eso sí, procura calmarle en cuanto sea posible.

- Recuerda que la silla o coche de paseo se puede llevar hasta la entrada del avión, donde los auxiliares de vuelo lo guardarán en la bodega y te lo devolverán al llegar para que puedas llevar al bebé en su coche casi hasta el último momento.


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