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¿Con cuántos meses puede viajar un bebé?

¿Con cuántos meses puede viajar un bebé?

Después del parto, y ya que tu bebé está en casa, los cuidados son esenciales para su desarrollo, es por eso que te preguntas a qué edad puede viajar un bebé. Además, hacer un viaje con bebés puede ser un verdadero quebradero de cabeza, incluso para los padres con más experiencia.

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Adaptarse a un nuevo ambiente

Todos sabemos que la llegada a la familia de un nuevo integrante a la familia tras el embarazo y el parto nos trae una enorme cantidad de ilusiones, nuevas tareas, desafíos a enfrentar y dudas, muchas dudas. Además, el ritmo de nuestra vida cambia necesariamente, pero la antigua creencia de que debemos dejar de lado todas nuestras aficiones hasta que el bebé sea mayor no es tan así.

Los primeros días del neonato los integrantes de la nueva familia deben adaptarse unos a otros y encontrar el ritmo de la vida diaria. Durante el primer mes de vida debemos estimular al bebé para que comience a reconocer el entorno que le rodea.

Un punto importante que debes tomar en cuenta es la recuperación del parto, ya que no todos los partos son iguales, así que esto puede variar mucho, pero, por regla general, vas a tardar un mínimo de 1-2 meses en encontrarte a pleno rendimiento. Además, tanto el bebé como los padres se tienen que acostumbrar unos a otros. Si te vas de viaje en avión, vas a tener que estar en perfectas condiciones, así que mejor esperar un par de meses.

A partir del segundo mes es cuando se establece ya la rutina del paseo diario y es este el primer paso para su contacto con el mundo. Esta simple rutina le irá preparando para disfrutar del aire libre y de nuevas sensaciones: el sol, el viento, los ruidos del ambiente, la presencia de otras personas.

Podríamos considerar estos como los primeros pasos del bebé para convertirse en un pequeño viajero. Gestar esa adaptabilidad al medio y a las condiciones que se presentan es una de las condiciones necesarias para que, al momento de emprender un viaje más largo, la experiencia no se transforme en una pesadilla y que todos podamos disfrutar por igual.

También los paseos a partir de la sexta o séptima semana, mientras las condiciones climáticas lo permitan, pueden convertirse en una excursión de medio día a un lugar cercano. A partir de allí, paso a paso, iremos ganando en confianza para realizar salidas cada vez más largas o alejadas de casa. Así, llegará el día en que pasaremos una noche fuera (o un fin de semana) sin que ello se transforme en una situación estresante para ningún miembro de la familia.

Mejor esperar a los 2 meses

Un punto muy importante para su salud son las vacunas. Según el calendario de vacunación, no es hasta los 2 meses de edad cuando se le empiezan a poner las vacunas más importantes (en el nacimiento le ponen solo la de la Hepatitis B), como Difteria, Tétanos, Tos ferina acelular, Haemophilus Influenzae b, Polio inactivada, Meningococo C, Neumococo 13V, así que sería interesante que antes de viajar nuestro bebé tuviera puestas sus primeras vacunas para estar protegido frente a estas enfermedades. Si vas a volar, vas a tener que ir por aeropuertos muy concurridos y puede ser un riesgo que se puede evitar fácilmente.

No obstante, es cierto que los bebés, cuanto más pequeños son, mejor se acostumbran a moverse, comer y dormir en situaciones diversas y más flexibles se vuelven frente a los cambios y podrán aprovechar al máximo de las experiencias de viaje futuras. Por eso, aunque no se aconseja hacer viajes largos antes de los dos meses, sí es bueno no esperar mucho más para empezar a hacer viajes cortos, de fin de semana o excursiones para que el pequeño se vaya acostumbrando y luego le cueste menos.

Para el primer viaje con el niño, desde el momento mismo del nacimiento podremos optar por viajar en automóvil, tren o autobús, asegurando siempre que los trayectos no sean demasiado largos y que podamos brindarle las condiciones básicas de aseo y comida. En este sentido, es mucho más simple y práctico el viaje cuando nuestro bebé se alimenta de leche materna ya que la lactancia va incorporada.

En caso de necesidad se puede volar con el bebé desde su segunda semana de vida. Las compañías aéreas aconsejan el viaje de los bebés acompañados por al menos uno de sus padres a partir de los 2 meses de edad. No obstante, para viajes largos es mejor esperar al menos a que el bebé tenga un mes, ya que los cambios de presión pueden hacerle daño en su sistema aún no maduro. Y se aconseja darle el chupete o el pecho en el aterrizaje y el despegue para evitar esos cambios de presión en el oído interno.

Y si tienes dudas, consulta a su profesional de pediatría.

 

 


Fuente:

Ajram, Dr. Jamil, Tarés, Dra. Rosa María (2005), El primer año de tu hijo, Barcelona, Ed. Planeta. 

Fecha de actualización: 26-08-2021

Redacción: Edgar Corona

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