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La importancia de las canciones y nanas para bebés

La importancia de las canciones y nanas para bebés

Cualquier madre sabe el efecto calmante que ejercen las canciones y las nanas sobre los bebés, cómo estas logran dormirlos, tranquilizarlos cuando tienen miedo o aliviarlos si les duele algo, pero ¿por qué más son importantes las canciones y las nanas para bebés y niños? Te lo contamos todo en este artículo.

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Indice

 

Música desde el embarazo

Mientras el bebé crece en tu útero, está desarrollando sus sentidos, tanto los físicos como el sistema límbico (el que controla las emociones). Por eso, debes estimular a tu pequeño para conseguir que alcance su pleno potencial. De este modo también puedes fomentar su inteligencia y reducir su riesgo de padecer dislexia o desarrollar algún trastorno de déficit de atención (TDA).

Desde la semana 20 de embarazo el bebé escucha vuestras voces y por lo tanto puede oír música si se la acercas a la tripa. Diversas investigaciones demuestran que la música prenatal le supone una ventaja al feto. Los bebés cuyas madres les ponen música tranquila durante 10 minutos, dos veces al día, parecen evolucionar más rápido y experimentan un mayor desarrollo intelectual. Por motivos como estos, por tanto, resulta esencial hablar a vuestro bebé en cuanto podáis para que se familiarice con vuestras voces y así se sienta más seguro cuando nazca a este nuevo mundo tan extraño para él.

Asimismo, reconocerá las canciones y nanas que le hayáis puesto durante estos meses, lo que le ayudará a dormir y a tranquilizarse. Para comprobarlo simplemente habrá que mirar si el recién nacido pone atención a una melodía escuchada repetidas veces antes del parto. Si se mantiene quieto, abre sus ojos, voltea la cabeza hacia el sitio donde proviene, flexiona los dedos y se cobija en los brazos entonces es que sí.
 

¿Qué son las canciones de cuna o nanas?

La canción de cuna o nana es una actividad lúdica que contiene un valioso significado en la relación de la madre y el bebé. Esta se caracteriza por tener ritmos dulces y regulares, con melodías simples y repeticiones de sonidos y palabras. Además, la canción de cuna ayuda a tener una buena relación del bebé con el entorno. Es decir, permite que se construyan las relaciones emocionales y se presenta como un mensaje cuyo objetivo es la comunicación que se ofrece a través de distintos canales sensoriales.

Además, esta transmite mensajes tanto de amor y de miedo, ya que invoca a seres que provocan en bebés y niños temores, miedos, angustias o llantos, aunque también contiene a su vez un ritmo que transmite protección y refugio al bebé.
 

¿Por qué tienen este efecto en bebés y niños?

Las canciones de cuna son, por tanto, canciones con un ritmo tranquilo, suave y relajante, que se utilizan para arrullar a un bebé y para ayudarlo a dormir presentan. Cabe destacar, además, que estas, según diversos estudios, poseen un ritmo monótono muy similar a los latidos del corazón y por eso relajan y calman el llanto del bebé recién nacido. Se ha comprobado que la frecuencia cardiaca de los bebés disminuye mientras las están escuchando, igual que su ritmo respiratorio, y esto les ayuda a conciliar el sueño o a sentirse mucho mejor cuando están enfermos; por ejemplo, si tienen cólicos del lactante.

Además, reconocen en ellas el tono cariñoso de sus padres o familiares cercanos, lo que les hace sentirse queridos y cuidados, reforzando los vínculos afectivos que estáis creando. Por eso, debéis cantarles, aunque sean bebés tranquilos que se duermen con facilidad. No esperéis a que se pongan a llorar. Recordad que esta es una forma de comunicación compartida desde que nacen.Y, aunque el objetivo primigenio de las canciones de cuna era dormir a bebés y niños, también podéis cantar de día como forma de estimulación.

No olvidéis que la canción de cuna está compuesta para aquellos bebés y niños que no tienen sueño, que aún tienen ganas de jugar y aprender. Además, esta se puede utilizar para despertar su inteligencia. De esta manera perfeccionarán su sentido del oído y la coordinación de éste con los ojos y con el movimiento de las manos.

 

Consejos para cantar nanas

- No te preocupes por desafinar o cantar mal, al niño lo único que le importa es escuchar tu voz y notar tu amor.

- El ritmo melódico de la canción de cuna es mejor para el bebé si va acompañado del ritmo físico. Mientras le cantas, mécele entre tus brazos o en su moisés, con suavidad pero con un ritmo constante; será como estar de nuevo dentro de la barriga de su mamá.

- Si está despierto, cántale acercando tu cara y muy bajito. Así podrá observar tus expresiones de amor, alegría, etc.

- Para dar énfasis a la canción, gesticula y adapta tu entonación según la letra de la misma. Aún no entiende lo que dices, pero su memoria guarda algunas palabras y el tono en el que las pronuncias. Cuando aprenda a hablar, este entrenamiento le servirá de gran ayuda.

- Hasta los 6 meses debes cantarle muy bajito, casi en un susurro, ya que sus tímpanos todavía son muy sensibles y si cantas en voz alta, se asustará.

- Es conveniente que dejes de canturrear antes de que se quede dormido, porque si no, se acostumbrará y solo podrá dormirse si le cantas.
 

¿Cómo y cuándo cantárselas a tu bebé?

Después del parto, la mayoría de las madres eligen la noche para cantar sus canciones de cuna, probablemente debido a la mayor tranquilidad e intimidad que representan las horas nocturnas. Cantar puede no ser fácil para todos, pero lo hacemos sin vergüenza si estamos solos con nuestro hijo. Además, solo hace falta hacer un poco de memoria para acordarnos de alguna canción de cuna que nos cantaban de pequeños nuestros padres y nuestras madres (o incluso inventarnos algunas…), y eso sí, cantarlas con mucha dulzura.

La música y los niños

Todo lo que es música, para un niño, siempre es positivo. Pero debemos tener en cuenta que ésta debe ser siempre adaptada a sus oídos, a su capacidad de escucha; en definitiva, a su edad.

La música le puede ir muy bien para mejorar el aprendizaje, la coordinación, controlar la ansiedad y mejorar el estado de ánimo, entre otros. Pero, sobre todo para ayudarle a organizarse a nivel interno. La influencia de la música es mucho mayor de lo que creemos.

Cuanto antes se exponga la música al niño más beneficios le aportará, sea como terapia o sea como uso lúdico. De hecho, el uso de canciones para enseñar habilidades académicas, sociales y motoras a niños pequeños se ha convertido en una práctica común para algunos profesores y educadores de música y, por supuesto, para muchos musicoterapeutas de los Estados Unidos.

Hay muchos estudios que demuestran que la música y sus componentes producen patrones de actividad eléctrica cerebral. Esto lleva a una mayor eficacia en cuanto al funcionamiento del cerebro, no sólo como rector de los procesos cognitivos sino también como regulador de las funciones vegetativas del organismo.
 

Beneficios de la música y las canciones de cuna para bebés

Los beneficios de cantar nanas a los bebés son numerosos. Es una manera de brindarles amor y prepararlos para la vida. Cuando las madres cantan, el vínculo afectivo entre ellas y sus hijos se refuerza, y a su vez los bebés perciben el cariño y la relación de dependencia emocional que tanto les ayudará durante sus primeras etapas de su vida. Además, utilizar la voz, rítmica y melódica, en la relación con el niño durante los primeros años de vida, período de gran plasticidad cerebral, significa promover aspectos como:

- su competencia lingüística

- el comportamiento motor

- la atención

- la memorización

-y, por último, la regulación emocional

Asimismo, la música presenta otros muchos beneficios que debemos conocer. Esta:

- estimula la expresión de los problemas y las inquietudes

- favorece el desarrollo emocional y afectivo

- agudiza la percepción auditiva y táctil

- estimula la actividad y mejora la coordinación motriz

- fomenta la interrelación social

- ayuda en la formación, desarrollo personal y superación de dificultades de aprendizaje.

Y vosotros… ¿cantáis a vuestro bebé?

 


Fuentes:

Fodor, Elizabeth; Morán, Montserrat (2009), Todo un mundo de sonrisas, Madrid, Ed. Pirámide.

Mahé, Véronique (2008), Los 100 primeros días del bebé, Barcelona, Robin Book.

Fecha de actualización: 19-02-2021

Redacción: Irene García

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