¿Por qué los recién nacidos tienen gases?

Indice

• Los gases en el bebé
• ¿Cómo ayudarle a echar los gases?

 

Los gases en el bebé

La alimentación de los bebés desde neonatos hasta los 6 meses es exclusivamente leche, preferiblemente materna, aunque algunos son alimentados desde el parto con leche de fórmula. Este tipo de alimentación implica la succión por parte del bebé de la leche, ya sea de la tetina del biberón o del pecho materno, y ese movimiento puede hacer que el pequeño trague aire a la vez que leche, que se puede acumular dentro de su aparato digestivo. Aunque puede pasarles tanto a bebés alimentados al pecho como con biberón, es más frecuente en estos últimos ya que tienden a tragar más aire.

Asimismo, su sistema digestivo aún inmaduro a pesar de los 9 meses de embarazo hace que traguen más aire y que este se acumule en su estómago o intestino, causando molestias que se convertirán en lloros y falta de ganas de comer.

Los gases del estómago o estomacales son los que menos suelen molestar ya se expulsan de manera más sencilla a través de los eructos. Estos gases suelen entrar al succionar aire. Mientras que los gases intestinales no tienen relación con el aire que se ingiere sino con la fermentación de los hidratos de carbono que se han consumido. Estos gases provocan mayor distensión abdominal, por lo que duelen más y son más molestos y se expulsan por medio de las flatulencias.

Los gases primeros son más habituales en los lactantes menores de 6 meses y los segundos en bebés que ya ingieren otros alimentos.

No es una enfermedad, sino un trastorno digestivo que suele desaparecer solo, pero, si no es así, consulta al profesional de pediatría. 

No hay que confundirlos con los cólicos del lactante, aunque en ocasiones estos están causados o influidos por los gases. Los cólicos son llantos constantes que duran más de 3 horas en bebés de 3 semanas a 3 meses de vida.

¿Cómo ayudarle a echar los gases?

1- Si le das biberón, procura que eructe cada poco tiempo para evitar que vaya acumulando aire dentro. Si le das el pecho, basta con hacerlo antes de cambiar de pecho.

2- No obstante, no siempre los bebés tragan aire, así que después de intentar que eructe unos 5 minutos, déjalo, puede que no tenga aire dentro y las palmaditas y de más trucos no sirven de nada.

3- Evita mover al bebé de forma enérgica después de haberle dado de comer. Mantenle tranquilo y reposado y en postura semi vertical.

4- Si toma biberón, asegúrate de que la tetina es del tamaño adecuado para que succione adecuadamente y trague menos aire. Si lo alimentas al pecho, vigila que la postura sea correcta y que su boca cubre todo el pezón, incluida parte de la aréola.

5- No todas las técnicas y posturas que se emplean para ayudar al bebé expulsar los gases funcionan igual con todos los bebés. Prueba a ver cuál es la mejor para vosotros. Puedes apoyar el cuerpo del bebé contra tu pecho, dejando su barbilla reposada sobre tu hombro y darle ligeras palmaditas en la espalda. O colocar al bebé tumbado boca abajo sobre tu regazo. También puedes sentarle sobre tus rodillas, de espaldas a ti, con su cuerpo inclinado hacia delante; sujeta su pecho y su cabeza con una mano mientras que con la otra le frotas la espalda. Mecerlo suavemente paseando por la casa también puede ayudarle. Otras veces, basta con cambiarlo de postura.

6- No interrumpas la toma para obligarle a eructar si no está incómodo, es mejor dejarle seguir hasta que él solo pare.

7- A medida que crezca, necesitará eructar cada vez menos ya que aprenderá a tragar sin aire.

8- Cuando esté molesto con los gases y arquee las piernas o llore desconsoladamente, puedes tumbarlo boca arriba y darle masajes en la tripa haciendo círculos en el sentido de las agujas del reloj. Otro truco que suele funcionar es ponerlo tumbado boca arriba y encoger sus piernas hacia la tripa, con cuidado y sin hacerle daño.

9- Coloca un cojín de semillas o una bolsa de calor para aliviar los dolores en la tripa.

10- Puedes comprarle un biberón especial anticólicos que ayudan a que no trague aire, así como una leche de fórmula anticólicos o de fácil digestión que previenen los gases.