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Los aspectos “menos agradables” de la crianza

Los aspectos “menos agradables” de la crianza

Los bebés, a simple vista, son adorables y tiernos. Huelen bien, son suaves y es un placer cogerlos en brazos y achucharlos. Pero cuanto te conviertes en padre o madre te das cuenta de que el cuidado y la crianza de los hijos presenta muchos aspectos y actividades nada agradables, mças bien al contrario. Pero no queda más remedio que hacerlas.

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Índice

 

El nacimiento de un bebé

Tener un hijo es algo maravilloso y nos brinda un amor increíble e incomparable. Sin embargo, es cierto que la crianza y el cuidado de los bebés nos puede llevar a algunas siruaciones poco agradables y escatológicas, no solo a nivel físico, sino también emocional.

Aspectos desagradables de la crianza

 1- Limpiar culos

Seguro que nunca has visto tantos culos como los que ves cuando tienes hijos. Y es que en sus primeros años de vida te pasas el día cambiándoles el pañal. Cagan y mean entre 8 y 12 veces al día y, muchas veces, te los encuentras con caca por todas partes ya que las cacas líquidas de los lactantes pueden salirse del pañal y cubrir toda su espalda, por lo que no queda más remedio que meter a tu bebé al agua ya que no hay otra forma de limpiar eso. Así que, si tienes varios hijos, seguro que en unos años acabas harto de ver y limpiar culetes. Y no nos engañemos, por mucho que sean de tus hijos, las cacas no huelen a rosas.

2- Limpiar cacas del suelo, el agua…

Llega la hora de quitar el pañal al bebé y este decide hacerse caca por todas partes. Principalmente en su ropa interior, pero también en el suelo, en la alfombra, en la silla… y no digamos en el agua, donde parece que tienen una fijación extraña por hacer caca, por lo que te ves obligado a “cazar” sus cacas para poder echarlas al váter. Al final, te pasas el día lavándote las manos porque no paras de tocar cacas. Un consejo, usa una buena crema hidratante para que tus manos no se resequen.

3- Las cacas no son lo único…

Pero las caquitas de tus hijos no son lo único a lo que tendrás que hacer frente ya que también te verás obligado a limpiar sus vómitos del sofá, la cama, tu ropa… por no hablar de sus pises, la comida que expanden por todas partes, etc. Prepárate para tener todo el día un trapo o la bayeta a mano.

4- Comer cosas que no te gustan

Para conseguir que tus hijos coman verduras, pescado o legumbres es necesario que tú también las comas y te vean comértelo con una sonrisa, por lo que deberás volver a incluir en tu dieta alimentos desterrados hace años. Pero no solo eso, también te verás obligado a acabarte sus restos de sopa, carne o las tapas de las galletas rellenas de chocolate que dejan por todas partes, además de probar los platos que con tanta ilusión han cocinado para ti, aunque sepan a rayos. Ensaya tu cara para mostrar que algo está delicioso, aunque solo pienses en escupirlo.

5- Beber agua con “pececitos”

Le has dejado beber a tu hijo agua de tu vaso y ahora, al llevártelo a la boca, descubres que está lleno de trozos de migas y otras sustancias que no sabes muy bien qué son. Lo mejor, si te das cuenta antes de beber, es tirar el agua o el refresco, no te hagas el/la dura.

6- Ir al baño en cualquier sitio

Cuando los niños se hacen pis o caca no pueden aguantar más, así que tienes que improvisar un baño en medio de la calle o el parque, o entrar a algún bar y pedir que te dejen usar el servicio. Y si quieren hacer pis, no es tan complicado, pero si hablamos de aguas mayores… la cosa cambia y los problemas se agudizan.

7- Aspirar los mocos de tu hijo

Cuando los niños pequeños están muy congestionados no saben sonarse para expulsar sus mocos, así que te ves obligado a usar un aspirador nasal o sacamocos para, aspirando, extraer los mocos de la nariz de tu pequeño. Eso sí, no debes preocuparte, es raro que lleguen a tu boca.

8- Quitar piojos

Los piojos son realmente asquerosos. Hasta que no te enfrentas a una cabeza llena de liendres, ninfas y piojos no te das cuenta de lo grandes y asquerosos que pueden llegar a ser. Pasar la lendrera por la cabeza de tu hijo y sacarla llena de bichos que se mueven una y otra vez es realmente desagradable, incluso puede causar pesadillas. Como consejo, no te tomes a broma los avisos de piojos en la guardería o el colegio y usa, sobre todo en septiembre y octubre, algún repelente de piojos natural como aceite de árbol de té. Puedes encontrar incluso champús que ayudan a evitar el contagio.

9- Llenarte de babas

¿Odias el olor a babas? Prepárate. Los niños de 2 a 12 meses babean mucho ya que no saben tragar la saliva que generan igual que los adultos, por lo que acumulan grandes cantidades que se salen de su boca a todas horas manchando no solo su carita y su ropa, sino también la tuya. Así que te pasarás meses llena de babas. ¡Incluso recibirás más de un estornudo en plena cara!

10- Meter la mano en el váter

A tu hijo se le ha caído su juguete favorito en el váter y no tienes más remedio que meter la mano dentro para recuperarlo. Hazlo sin pensar y sin mirar, es mejor que no analices si se había tirado de la cadena o no. Solo hazlo y luego lávate bien las manos.

Y, a pesar de todo, disfruta de tus hijos porque realmente son maravillosos, aunque a veces nos “obliguen” a hacer cosas nada agradables.


Fuente:

Ajram, Dr. Jamil, Tarés, Dra. Rosa María (2005), El primer año de tu hijo, Barcelona, Ed. Planeta.

Fecha de actualización: 11-10-2021

Redacción: Irene García

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