El sueño del bebé de 3 meses

Indice

• ¿Cómo es el sueño de un bebé de 3 meses?
• Consejos para un sueño tranquilo

¿Cómo es el sueño de un bebé de 3 meses?

Los primeros meses resultan sorprendentes para cualquier neonato: deben acostumbrarse a un nuevo ambiente, una nueva alimentación, a sus padres, su cuna, su habitación… Pero a los tres meses desde el embarazo y el parto la mayoría ya se ha habituado a su nuevo mundo y son capaces de seguir una rutina, facilitando así la labor de sus padres.

Asimismo, los cólicos suelen desaparecer a esta edad y los niños ya pueden aguantar más de 2 o 3 horas sin comer, con lo que las tomas nocturnas se espacian, permitiendo el descanso de los padres durante más horas seguidas. Aunque es cierto que los bebés que maman suelen despertarse más a menudo por la noche que los que toman biberón, que pueden aguantar con tres meses hasta 8 horas.

En torno a los tres meses, se reduce la cantidad de horas de sueño REM o sueño ligero que se llama así porque, debajo de los párpados, se percibe el rápido movimiento de los ojos (Rapid Eye Movement). Durante la fase REM se sueña y el bebé puede moverse mucho. En esta fase es más fácil que se despierte por cualquier ruido, por lo que hay que tener cuidado. Lo bueno es que, al reducirse las fases de sueño REM, podrá dormir mejor.

También hay que tener en cuenta que necesitan dormir menos horas. Si antes se pasaban casi todo el día y la noche dormidos, ahora duermen menos siestas diurnas, prefieren estar despiertos y observar el mundo que les rodea. Además, comienzan a diferenciar entre el día y la noche.

Con tres meses, lo normal es que tu bebé duerma unas 14 horas diarias, repartidas en 8 o 9 por la noche y el resto a lo largo del día. No obstante, no te angusties si tu bebé duerme un poco menos o un poco más, ya que el sueño de cada bebé depende de su biología y su genética. Solo debes preocuparte si lo notas angustiado, irritable, cansado… lo que puede indicar que, efectivamente, está durmiendo menos de lo que necesita. 

Consejos para un sueño tranquilo

- Establece una rutina y cúmplela todos los días. Es conveniente que le bañes, des la cena, cuentes un cuento, cantes una canción de cuna y acuestes cada día a la misma hora. La rutina puede ser distinta de esta según vuestras necesidades, pero no variar de unos días a otros.

- Bañarle poco antes de irse a la cuna le tranquiliza y le ayuda a conciliar el sueño. Aunque los bebés no necesitan bañarse todos los días por higiene, es cierto que esto les ayuda a calmarse y puede mejorar el sueño.

- Acostúmbrale a dormir con luz y ruidos durante el día y a oscuras y más en silencio de noche. Así distinguirá entre las siestas diurnas y el sueño nocturno.

- Acuéstale todos los días en el mismo sitio: su cuna, minicuna, vuestra cama si hacéis colecho… pero siempre el mismo lugar para que lo asocie con el sueño.

- La habitación debe estar en silencio, a oscuras, bien aireada y sin mucho calor ni mucho frío.

- La mayoría de bebés adopta una postura con la que se sienten más cómodos y se duermen antes: respétala siempre que no sea peligrosa. Por ejemplo, no debe dormir boca abajo para evitar el síndrome de muerte súbita del lactante.También es recomendable que le pongas en la cuna siempre el mismo peluche o mantita para que se sienta protegido y seguro.

- Si usa chupete, puede ser una buena ayuda para dormir. Otros bebés se tocan las orejas, se chupan el dedo… es conveniente dejar que haga lo que necesite para tranquilizarse y conciliar el sueño.

- Si su nutrición sigue siendo lactancia materna, es mejor que su cuna siga en vuestra habitación para que las tomas nocturnas sean más sencillas. 

Si tienes dudas, consulta a su profesional de pediatría.