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Decorando la habitación del bebé

Decorando la habitación del bebé

¿Te queda un mes para salir de cuentas y aún no tienes ni la más remota idea de cómo decorar la habitación del nuevo huésped que está a punto de llegar? Tener un bebé puede ser uno de los momentos más fascinantes de tu vida pero preparar su habitación puede convertirse en una de las tareas más desalentadoras, especialmente si lo dejas para el último momento. Hay mucho que hacer antes de la llegada del pequeño, pero con una buena predisposición, un poco de organización y estos consejos seguro que ahora lo ves con otros ojos

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Indice

 

Primer paso: Paredes

Empieza decidiendo el color que quieres darle a la habitación. Si no te quieres complicar siempre puedes optar por los tradicionales rosa para niña y azul para niño.

Si prefieres salirte un poco de la norma establecida pero sin pasarte, escoge colores neutros que no se asocien específicamente con un género, como el blanco, el beige, el verde y todas sus gamas. Esto tiene la gran ventaja de no tener que preocuparte por redecorar la habitación en caso de que tengas otro bebé más adelante.

Para crear un ambiente calmado y tranquilo, te aconsejamos que pintes las paredes de blanco o crema y añadas una cenefa o friso en tonos pastel. Evita, en este caso, los diseños muy cargados tanto en colores como en estampados y los tonos muy chillones para los más pequeños, ya que tienden a excitarles. Los tonos pastel son siempre los más apropiados, especialmente para los bebés más revoltosos.

Si tu objetivo es agrandar visualmente el dormitorio, píntalo de blanco. Después puedes darle un toque de color con una cenefa colorida, cuadros infantiles y lámparas en tonos más vivos.

¿Quieres que la habitación de tu bebé sea más luminosa? Inclínate por el amarillo en sus gamas suaves.

Si un único color te resulta aburrido puedes crear juegos de luces con la pintura, probando lo siguiente:

- Combina una pared blanca y otra de color.

- Combina colores de la misma gama y distintos matices. Mezcla una pared clara con otra del mismo color en uno o varios tonos más oscuros.

- Divide la pared con una línea horizontal a media altura. Combina un tono claro en la parte superior con otro más oscuro del mismo color en la mitad inferior. Después coloca una cenefa en la unión de ambos colores.

¿Has elegido colores vivos para los muebles del bebé? Para que el cuarto no resulte muy cargado, decántate por paredes en blanco o en tonos muy claros. Y a la inversa, si tus muebles son claros, puedes permitirte darle más color a las paredes. Y añadir accesorios y ropa de cama de colores vivos.

Si lo tuyo es la originalidad y la innovación apuesta por las últimas tendencias: pinta un mural en una o varias paredes, con un tema específico. Elige uno que te gustara de niña -princesas y caballeros, hadas y castillos encantados, el circo, la granja, etc.- y un color principal para la habitación. Los murales actúan como estimulación visual para el bebé y son una estupenda plataforma para que el pequeño comience, desde su propia habitación, a identificar diferentes objetos. A continuación, busca muebles y complementos acordes con el tema y el color. Para no saturar el ambiente, personaliza sólo un mueble, las cortinas, unas sábanas, etc.

Si son dos niños los que van a ocupar el cuarto, crea un universo propio para cada uno de ellos. Aunque los muebles y el ambiente sean los mismos, puedes personalizar sus zonas con una cuna, una lámpara o decoraciones diferentes para cada uno dentro del mismo tema. Por ejemplo, si eliges la granja, los muebles de uno pueden tener una vaca y los del otro un pollito.

Como alternativa al mural, si las artes plásticas no es uno de tus dones, siempre puedes recurrir a la ayuda de plantillas, papel pintado, sellos para estampar, etc. Existen muchas técnicas para conseguir diferentes acabados.

Otras sugerencias para decorar las paredes de la habitación pueden ser:

- Colgar una banda con el nombre del bebé o distintas formas -estrellas, barquitos, animales, etc.

- Clavar un cordón, lazo o cinta a las paredes, y “tender” peluches y muñecos de trapo con pinzas de colores.

- Cuando empiece a pintar, enmarcar y colgar las “obras de arte” del pequeño. ¡Le encantará su particular museo!

- Hacer un collage con las fotos del bebé y de la familia. Puedes hacer varios, enmarcarlos y colocarlos en las paredes.
 

Segundo paso: El suelo

En esta zona deben prevalecer los tonos neutros. Posiblemente dudarás entre moqueta o parqué. Ambas opciones tienen sus pros y sus contras. Aunque las alfombras y moquetas son un almacén perfecto para polvo y ácaros, sirven como excelente amortiguador en caso de caída cuando empiece a andar. Por otro lado, el parqué permite una mejor limpieza, pero no protege de posibles golpes. ¿La solución? Pon un revestimiento de goma o espuma especial para niños. Si quieres una opción más barata decántate por las alfombras de juegos y actividades. Además de ser más económico es una forma de dar un toque de color a la habitación. Recuerda que al principio los bebés sólo distinguen los colores primarios: el azul, el rojo y el amarillo.
 

 

Tercer paso: El mobiliario

Elegir el mobiliario adecuado es muy importante. Puedes encontrar multitud de diseños en muebles y precios que se adecuen a tus necesidades. Pero antes de lanzarte a comprar debes pensar por cuánto tiempo vas a utilizar cada artículo y si puedes combinarlos con otros muebles que tendrás que añadir a medida que tu hijo vaya creciendo. Invierte más dinero en aquellos que vayas a utilizar por más tiempo y menos en otros que pronto dejará de usar. Opta por una cuna convertible en cama o por un cambiador convertible en armario. De esta forma el mobiliario tendrá más vida útil. Cuando elijas los muebles fíjate en que tengan las esquinas redondeadas y que no tengan ninguna arista prominente a la altura del bebé. Elige materiakes duraderos y naturales como la madera.

Haz una pequeña lista de lo que necesitas: una cuna, una cómoda o un armario para ordenar su ropita, un cambiador –individual o adaptable a la cómoda-, cortinas o estores, lámparas, un perchero, una estantería, cuadros para adornar las paredes, y un baúl o cajón para guardar los juguetes es lo indispensable para dar la bienvenida al bebé.

A la hora de colocar la cuna es preferible alejarla de cualquier fuente de calor, radiador o ventana, para evitar los cambios de temperatura.

Si después de instalar los muebles, aún te queda espacio, no estaría mal que añadieras un sofá o una butaca que te facilite la tarea de darle el pecho o el biberón al niño.

Mientras tu hijo sea un bebé, se pasará mucho tiempo tumbado mirando al techo. Aprovéchalo para despertar su curiosidad instalando móviles decorativos o adornando el techo con dibujos o pegatinas.
 

Cuarto paso: La iluminación

Y por último, una iluminación suave, con lámparas estratégicamente colocadas hará mucho más acogedora la estancia.


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El color de ojos de un bebé depende de la información genética que le transmiten sus padres. Además, hay que tener en cuenta que el color marrón es dominante sobre el verde o el azul y que el color definitivo en los ojos del bebé no se puede saber hasta pasado unos meses.

Fecha de actualización: 30-08-2021

Redacción: Lola García-Amado

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