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Cómo ayudar a tu bebé a echar los gases

Cómo ayudar a tu bebé a echar los gases

Cuando se alimenta a un bebé, además de tragar leche, puede tragar aire, especialmente si las tomas se hacen con biberón. Los gases pueden irritarle el estómago y causarles molestias que se convertirán en lloros y desgana al comer. Para evitar que el bebé se sienta incómodo, será necesario hacerle eructar para liberar el aire del estómago. ¿Sabes cómo?

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Indice

 

¿Por qué los bebés tienen gases?

Generalmente no ocurre sistemáticamente que todos los recién nacidos experimenten tener gases tras el embarazo y el parto, incluso es raro que suceda en aquellos que se alimentan de lactancia materna y tienen una buena técnica de succión. Por el contrario, los bebés alimentados con leche de biberón tienden a tragar siempre un poco de aire. Eructar les ayudará a expulsar ese aire cuando están siendo alimentados. Si no se le anima a hacerlo frecuentemente, el exceso de aire tragado puede hacerle regurgitar, molestarle y hacer que el bebé esté inquieto e incluso provocarle el llanto.

Por eso si le das el biberón, procura hacerle eructar después de cada 60 o 90 ml, o antes de cambiar el pecho si estás amantando.

Si el niño se muestra inquieto mientras lo alimentas, detén la toma, hazle eructar y vuelve a darle de comer de nuevo, cuando haya expulsado el aire.

En ocasiones además de eructar, el neonato puede regurgitar. Que regurgite o vomite un poco de alimento es normal. Aparte de ponerle un babero o colocarte una toallita en el hombro, para que no manche demasiado, poco más se puede hacer. Alrededor de los doce meses, los bebés suelen haber superado el reflujo.

Si tu hijo es proclive a padecer muchos gases o tiene reflujo gastroesofágico o parece muy inquieto mientras lo alimentas, intenta hacerle eructar cada 5 minutos. Si el bebé no lo hace al cabo de unos pocos minutos, continúa dándole de comer. Después al finalizar cada toma, hazle eructar. Pero si al cabo de 10 o 15 minutos el ruido no se ha producido, ¡no te preocupes!

Puedes acostar a tu bebé sin temor. Tal vez el eructo haya pasado desapercibido o lo haga más tarde mientras esté dormido, o bien cuando se vuelva a poner en posición vertical.

Para reducir las regurgitaciones en el bebé, es recomendable hacerlo eructar varias veces durante y después de alimentarlo. Durante los primeros meses, mantenle derecho, en una posición erguida durante unos 10 minutos inmediatamente después de la toma para impedir el reflujo de la leche. Pero no te preocupes si regurgita varias veces. Es molesto, sí, pero seguramente más para ti que para el pequeño. 

 

¿Cómo evitar los gases en el bebé?

Los siguientes consejos pueden prevenir o ayudar a liberar el aire atrapado en la nutrición:

- Evita mover al bebé de forma enérgica después de haberle dado de comer. Mantenle tranquilo y reposado.

- Si el bebé come con biberón asegúrate de que la tetina sea del tamaño adecuado; es decir, ni demasiado grande para que el bebé no coma muy rápido, ni demasiado pequeña, que le impedirá succionar adecuadamente y tragará aire.

- Mientras le des el biberón o le estés amamantando colócale semisentado.

 

Posturas que favorecen el alivio de gases

Cada bebé prefiere expulsar el aire ingerido de una forma distinta. Prueba con alguna de estas posturas y descubre con cuál se siente más cómodo tu pequeño:

-  Siéntate erguida y apoya el cuerpo del niño en tu pecho. Sostenle la cabecita con una mano y la espalda con otra y deja que su barbilla repose sobre tu hombro. Dale ligeras palmaditas en la espalda. Mecerte o caminar mientras estás en esa postura también ayudará.

-  Siéntate y coloca al bebé tumbado boca abajo sobre tu regazo. Tus rodillas ejercerán una ligera presión sobre su tripita. Sostenle la cabeza y vigila que ésta quede más arriba que sus nalgas. También puedes darle palmaditas en la espalda.

-  Sienta al bebé sobre tus rodillas, de espaldas a ti, con su cuerpo inclinado hacia delante. Sujeta su pecho y su cabeza mientras que con una mano le frotas la espalda. La posición erguida mueve el aire hacia la parte superior del estómago y la inclinación hacia adelante hace un poco de presión sobre el estómago para expulsar el aire, ayudando al bebé a eructar.

-  De pie, coloca al bebé tumbado, apoyando su vientre en tu antebrazo. La otra mano ayudará a sujetar su cuello y cabeza, asegurándote de que ésta está más alta que el cuello. Pasea con él meciéndole suavemente.

-   Pon al bebé tumbado boca arriba y masajéale el vientre. También puedes coger sus piernas por los tobillos y movérselas suavemente haciendo círculos, como si pedaleara.

Si el bebé no se para mientras come o se encuentra cómodo, no es necesario interrumpir la toma para obligarle a eructar, ya que si todavía tiene hambre esto le alterará. Deja que siga comiendo sin interrumpirle, hasta que no quiera más. 

A veces, mientras duerme, el bebé se despertará porque se siente molesto por los gases. Trata de cogerlo en brazos y hacerle eructar en alguna de las posiciones. La mayoría de las veces esto será suficiente para hacerle encontrarse mejor y le permitirá volver a conciliar el sueño.

A medida que vaya cumpliendo meses, necesitará eructar cada vez menos después de las tomas. Esto significará que ha aprendido a comer sin tragar aire.

Si nada funciona, busca ayuda en tu profesional de pediatría.

 

 


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TodoPapás ha desarrollado una calculadora de tomas del biberón del bebé que arroja como resultado una recomendación de cuánta leche debería tomar un bebé según su edad. Se trata sólo de una recomendación ya que los últimos estudios científicos sugieren que los bebés se alimenten a demanda.

Fuente:

Mahé, Véronique (2008), Los 100 primeros días del bebé, Barcelona, Robin Book.

Fecha de actualización: 02-09-2021

Redacción: Lola García-Amado

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