¿Un bebé puede comer atún en lata?

Indice

• El valor nutricional del atún
• Advertencia con el atún rojo
• El atún en conserva o lata

 

El valor nutricional del atún

Lo más saludable es que cocines tú los alimentos. Sin embargo, no siempre tenemos a mano pescado o verduras frescas (o no es temporada de los mismos), por lo que las conservas suponen una buena alternativa por su elevado valor nutricional, su comodidad y su precio. La clave está en la elección de conservas de calidad, que no contengan conservantes ni colorantes, aditivos, grasas nocivas ni azúcares añadidos.

El atún es un tipo de pescado azul rico en minerales como potasio, hierro, magnesio, sodio y fósforo. Además, es una fuente de vitaminas D, A y complejo B, aporta proteínas de alto valor biológico, es bajo en grasas saturadas y rico en ácidos grasos omega 3.

Los omega-3 que se encuentran en los peces ayudan a desarrollar el cerebro en bebés y niños y el ácido graso ayuda a proteger el corazón al reducir el riesgo de presión arterial alta.

La vitamina es importante para el desarrollo temprano de la médula espinal, también se cree que las vitaminas B ayudan a proteger al cuerpo de las enfermedades del corazón y ciertos cánceres.

 

Advertencia con el atún rojo

Pero el atún rojo también es bastante alergénico y difícil de digerir. Por esta razón se recomendaba no introducirlo en la dieta del bebé al menos hasta los dieciocho meses. Sin embargo, el propio Ministerio de Sanidad, a través de la Agencia Española de Seguridad Alimentaria y Nutrición (AESAN), ha sido quien este mismo año en noviembre de 2019 ha subido de tres a diez años la edad a la que los niños pueden comenzar a tomar pescados grandes por el alto contenido que estos pueden tener de mercurio, y edad a la que se considera que el organismo del niño es capaz de asimilarlo sin problemas.

La mayor preocupación con la alimentación de atún para el bebé siempre ha sido y será la exposición al mercurio. El mercurio es un metal que se encuentra de forma natural y como producto de algunos procesos de fabricación. Cuando las partículas o el vapor de mercurio en el aire entran al agua y entran en contacto con bacterias, se convierten en una sustancia que puede ser absorbida por los peces que viven en esa agua.

Después, la gente consume ese pescado y lo absorbe por sí mismo. El problema es que tener demasiado mercurio en su sistema puede causar problemas neurológicos. Es por ello por lo que en el caso del atún rojo, al ser un pescado grande, ya no se recomienda hasta los diez años.
 

El atún en conserva o lata

Sin embargo, en el caso del atún en conserva o en lata, será a partir de los 12 meses de edad cuando por fin pueda introducirse en su dieta. Se puede introducir desmenuzado o en puré, aunque no es recomendable abusar de las conservas cuando los niños son tan pequeños por su alto contenido en sal.

Siempre que le presentes un nuevo alimento a tu bebé, debes tener cuidado por la posibilidad de una reacción alérgica, el pescado no es una excepción. Es por eso por lo que es importante conocer los signos de una alergia alimentaria, por lo que puede recibir tratamiento de inmediato.

Las señales de una alergia alimentaria pueden ser:

- Erupciones

- Hinchazón en los labios, alrededor de los ojos o en la lengua.

- Dificultad para respirar.

- Opresión en la garganta.

- Vómito

- Dolor de tripa.

- Sensación de mareo.

En términos generales, el atún rojo no es el pescado más indicado para los niños por su contenido en metil-mercurio, la forma orgánica del mercurio, que es más tóxica. Esta elevada toxicidad puede atravesar la barrera hemato-encefálica, es decir, llegar al cerebro y la placenta, por lo que puede provocar alteraciones en los fetos y niños de edad inferior a los tres años.

Para los niños de entre 3 y 12 años se recomienda que consuman media ración de atún rojo, unos 50 g, una vez por semana como máximo y ninguno de los otros pescados con alto contenido en metil-mercurio (pez espada, tiburón o lucio) durante la misma semana. Este metal puede provocar alteraciones en el desarrollo neuronal del niño, así como daños en el aparato digestivo, la piel o los pulmones si se consume en exceso, por lo que no se debe comer más de la cantidad recomendada.

Pero en cuanto al atún enlatado, la cuestión cambia puesto que el que se utiliza en conservas es el atún blanco (o bonito del norte), más pequeño y por tanto menos propenso a tener altas concentraciones de mercurio. Lo mismo ocurre con el atún claro, también muy usado en conservas y menos propenso a la acumulación del metal por su tamaño.

Por lo que, resumiendo, si se trata de atún en lata, puedes ofrecérselo a tu bebé antes, a partir de los 12 meses de edad. Si, por otro lado, se trata de atún rojo no enlatado, lo mejor es esperar hasta los 18 meses o más.